versión impresa ISSN 0016-3813
Biología molecular y medicina
Los
genes y la enfermedad de Parkinson
Genes and Parkison'sDisease
Fabio Salamanca–Gómez*
* Académico Titular Jefe, Unidad de
Investigación Médica en Genética Humana, Centro Médico Nacional Siglo XXI, IMSS
Coordinador: Fabio Salamanca–Gómez
Correspondencia y solicitud de
sobretiros:
Dr. Fabio Salamnca.
Apartado Postal 12–951
México, D.F. 03020
Dr. Fabio Salamnca.
Apartado Postal 12–951
México, D.F. 03020
La enfermedad de
Parkinson es un desorden neurodegenerativo, progresivo de curso prolongado, que
se manifiesta en la edad adultay que clínicamente se caracteriza por temblor rítmico
involuntario, rigidez, pérdida de la expresión facial, salivación y
manifestaciones psiquiátricas, particularmente del tipo de la depresión.
En la mayoría de los casos el padecimiento es esporádico
pero en cerca de 5% se encuentran antecedentes familiares.
Además de las manifestaciones clínicas la enfermedad de Parkinson se
caracteriza por presentar depósitos de material proteico en el citoplasma de
las neuronas que se conocen como cuerpos de Lewy, y el hallazgo más
notable es una pérdida selectiva de las neuronas dopaminérgicas en la sustancia
negra y el locus ceruleus.
Desde el punto de
vista de los factores ambientales desencadenantes de la enfermedad, es bien
conocido el antecedente de la encefalitis de von Ecónomo que
se presentó en los años siguientes a la primera guerra mundial, así como los efectos de la
intoxicación accidental por la metil–fenil–tetrahidropiridona, conocida como
MPTP por sus siglas en inglés.
Esta sustancia, así como algunos pesticidas, pueden inhibir
el primer complejo enzimático de la cadena transportadora de electrones en la
mitocondria. Este hecho, así como el hallazgo de que la administración crónica
del inhibidor lipofílico del complejo I, la retonona, puede producir muchas de
las manifestaciones de la enfermedad de Parkinson, incluyendo los cuerpos de
Lewy, permiten suponer que el estrés oxidativo puede participar en la
destrucción de las neuronas dopaminérgicas.
Si se conocen estos factores ambientales, ¿cuál es,
entonces, la participación genética?
Esta es una línea de investigación que ya ha aportado
resultados sorprendentes: hace
sólo unos cuantos años que un grupo de investigadores1 describieron una forma
familiar de enfermedad de Parkinsonen la cual descubrieron una mutación en el
gen que codifica para la alfa–sinucleína, hallazgo que fue corroborado
un año más tarde por Kruger y colaboradores2 en el estudio de
otra familia.
Un paso trascendental se alcanzó cuando Feany y Bender3 desarrollaron
drosophilas transgénicas que expresan el gen humano de la alfa–sinucleína e
introdujeron en ellas tanto el gen normal como los genes correspondientes a las
mutaciones previamente descritas. En ambos casos se observó una notable pérdida
de neuronas del sistema dopaminérgico, e incluso la presencia de los
cuerpos de Lewy.
Los investigadores desarrollaron además una prueba con el
objeto de establecer si las moscas que sobre–expresan el gen déla
alfa–sinucleína tenían alteraciones del comportamiento y demostraron que cuando
estos animales envejecen presentan importantes deficiencias en las pruebas de
locomoción.3
Hace menos de un año, Singleton y colaboradores4 demostraron,
estudiando una familia en la cual la enfermedad de Parkinson segregaba como una
entidad autosómica dominante, que el locus por triplicado de la alfa–sinucleína era la causa de la
enfermedad de Parkinson.
Muy recientemente el mismo grupo de investigadores que había descrito una
forma autosómica recesiva de la enfermedad ocasionada por mutaciones en el gen
PARK6, localizado en 1p36,ha encontrado que una forma hereditaria de comienzo
temprano se debe a mutaciones en el gen PINKI (Quinasa 1 PTEN–inducida).5
Esta es la primera
proteína localizada en la mitocondria funcionamiento de las mitocondrias. pero
codificada por el DNA nuclear que se encuentra implicada en la patogénesis de
la enfermedad de Parkinson, y que se suma a otras mutaciones de
proteínas que participan en el estrés oxidativo, tales como la DJ–1 y la
Parkina (Ubicuitina E3 ligasa), así como la
ubicuitina–carboxiterminal–hidrolasa 1 (UCHL 1), un componente del sistema
ubicuitina–proteasoma (UPS), que degrada las proteínas alteradas, y que también
se han encontrado mutadas en casos familiares de la enfermedad.
El hallazgo de
mutaciones en la quinasa PINH1 no sólo arroja luz sobre la patogénesis de la
enfermedad de Parkinson sino también abre nuevas líneas de investigación sobre
las enfermedades neurodegenerativas y el funcionamiento de las mitocondrias.
Referencias
1. Polymieropoulos
MH, et al. Mutation in the alpha–synuclein gene identified in families
with Parkinson's disease. Science 1997;
276:2045–2047. [ Links ]
2. Kruger R,
et al. Ala 30 promutation in the gene encoding alpha–synuclein in
Parkinson's disease. Nature Genet 1998;
18:106–108. [ Links ]
3. Feany MB,
Bender WW. A Drosophila model of Parkinson's disease. Nature 2000:
404394–398 [ Links ]
4. Singleton
AB, et al. Alpha–synuclein locus triplication causes Parkinsons
disease. Science 2003:
302:841. [ Links ]
5. Valente
EM, et al. Hereditary early–onset Parkinson's disease caused by
mutations in PINKI. Science 2004; 304: 1158–1160.
[ Links ]
ANALISIS DEL TEXTO
En este artículo sobre todo se habla de quien, quienes y
porqué métodos investigaron esta enfermedad.
Se habla de que factores predisponen a padecer esta
enfermedad y cuáles son sus síntomas más que nada se explican los que son más
recurrentes y a qué edad se dan con mayor frecuencia.
BY: Andrea Jaqueline Velázquez Reyes
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