Revista
Cubana de Enfermería
versión On-line ISSN 1561-2961
Rev
Cubana Enfermer v.23 n.1 Ciudad de la Habana ene.-mar. 2007
Atención
del personal de enfermería en la gerontología comunitaria en Cuba
Resumen
En el siglo XXI, existe una
situación peculiar, las personas sobrepasan las barreras cronológicas que el
hombre ha situado como etapa de vejez, lo que convierte al envejecimiento
poblacional en, quizás, uno de los retos más importantes para las sociedades
modernas. De manera
que la importancia alcanzada por este sector poblacional demanda un compromiso
moral cada vez mayor de los profesionales de la salud y en particular, de la
enfermera como mediadora social de salud. El propósito del trabajo es explicar la aplicación del Programa
del Adulto Mayor en la Atención Primaria de Salud, así como la atención del
personal de enfermería en sus intervenciones de salud con este sector
poblacional. Se realizó una revisión bibliográfica, en el período
comprendido de octubre del 2006 a enero del 2007. Para la realización de este
trabajo se revisaron bibliografías (nacionales e internacionales), con un
intervalo de publicación de 10 años para los libros y de 5 años para las
revistas. Llegamos a la conclusión que el Programa del Adulto Mayor de Cuba
incluye los nuevos conceptos gerontológicos los cuales exigen gran
participación de la familia, la comunidad, las organizaciones políticas y no
gubernamentales en un trabajo colectivo donde el protagonista principal es el
adulto mayor. La vejez
puede ser una etapa activa
y vital, no hay que pensar en ella como pasiva y dependiente. De todos nosotros
depende que la imagen social de los adultos mayores no sea distorsionada.
Palabras
clave: Adulto Mayor, Atención primaria
de Salud, Envejecimiento poblacional.
El envejecimiento,
o proceso normal de cambios relacionados con el paso del tiempo, se inicia con
el nacimiento y continúa a lo largo de la vida dentro de la propia estructura
social. La ancianidad es la fase final de la vida.
Al analizar etimológicamente el término
GERONTOLOGÍA, este proviene del griego gerón = viejo y logos =
estudio, por tanto es la ciencia que estudia el envejecimiento en todos sus
aspectos. Parece que el término Gerontocracia, con el que se describía en la
Grecia Antigua al Gobierno, controlado por los ancianos, pudiera haber sido el
término precursor.1
Los
espartanos capitalizaban la experiencia de los ancianos; los gerontes, eran un
consejo de 28 hombres que pasaban de los 60 años y que controlaban el gobierno
de la ciudad- estado. E. Freemanen su obra “El envejecimiento su historia y
literatura”, describe 9 períodos en el
conocimiento científico de la vejez durante los 5 000 años que nos
antecedieron, mostrando cómo la preocupación por la muerte precede a la
preocupación por el envejecimiento.2
El término “geriatría” es derivado
del griego geron = viejo e iatrikos= tratamiento médico, el cual fue
publicado en la obra de Ignatz Leo Nascher publicada en 1909 en la Academia de
Ciencias de Nueva York, titulada “Geriatría, las enfermedades de los ancianos y su tratamiento”.2
El comité
para la Historia de la Gerontología, creado en 1960 por la Asociación
Internacional de Gerontología, conserva trabajos sobre el envejecimiento. Una
de las primeras publicaciones que sobre esta materia se reconoce, fue editada
en 1236 por Roger Bacon, con el título “La cura de la vejez y la preservación de la
juventud.”2
El
estudio académico de las personas ancianas y del envejecimiento comienza con
los trabajos biométricos de AdolpheQuetelet(1796-1874), el cual es
considerado el primer gerontólogo de la historia.2
A partir
de las décadas del treinta y cuarenta, se desarrollan los estudios más
sistemáticos que han continuado hasta nuestros días y quedó patente en la
Asamblea Mundial sobre Envejecimiento de las Naciones Unidas celebrada en Viena
en 1982.2
La geriatría es por tanto una rama de la
gerontología y la medicina que se ocupa de los aspectos clínicos, terapéuticos,
preventivos en la enfermedad de los ancianos, lo que la hace una ciencia
aplicada, que se ocupa de la asistencia integral a estas personas.
Se
calcula que en los próximos 40 años, ocho de los países más envejecidos del
mundo pertenecen a los países en vías de desarrollo.2
El
desarrollo de la especialidad y la preocupación sobre el tema ha sido muy
importante en los últimos años en el tercer mundo y con un énfasis especial en
la Gerontología y Geriatría de América Latina.2 La especialidad en nuestros
países comienza a desarrollarse a finales de los años cincuenta el cual se ha
intensificado, sin duda, del resultado del interés por el fenómeno de
envejecimiento en nuestra región. Colofón de este desarrollo ha sido, sin duda
la creación de la Federación de Sociedades de Gerontología y Geriatría de
América Latina y del Comité Latinoamericano de la Asociación Internacional de
Gerontología.2
Según datos de las Naciones Unidas, en 1950,
existían en el mundo 200 000 000 de personas mayores de 60 años, pero ya en
1975 esta cifra alcanzó los 350 000 000. Las proyecciones demográficas
indicaron que en el año 2000 hubo alrededor de 600 000 000 de ancianos, cifra
que prácticamente se duplicará en el 2025.3
En 1978,
tuvo lugar la Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud. La
Organización Mundial de la Salud (OMS), impulsada por el objetivo de sus países
miembros de lograr la salud para todos en el año 2000, definió en el llamado “Principio de la Igualdad de los
Derechos de Alma Atá”, lo siguiente: La grave
desigualdad existente en el estado de salud de la población, en especial entre
los países en desarrollo y los desarrollados, así como dentro de cada país, es
política, social y económicamente inaceptable y por tanto motivo de
preocupación para todos los países”.3
La
estimación social del anciano ha ido cambiando a lo largo de la historia. No ha
habido un único modo de comportamiento hacia el anciano. Las actitudes ante la
ancianidad están socialmente condicionadas y sólo son inteligibles dentro de la
propia estructura social.4
La
definición de la ancianidad varía según el marco de referencia que se emplee.
Los hijos consideran ancianos a sus progenitores de 32 años de edad, en tanto
que para los padres de estos son aún jóvenes. El individuo activo y saludable
de 65 años suele juzgar que la vejez se inicia a los 75 años.4
Se ha definido el envejecimiento poblacional como
el aumento progresivo de la proporción de personas de edad avanzada, en una
población determinada. Esto,
considerado como uno de los logros más importantes de la humanidad, se
transforma en un problema, si no es capaz de brindar soluciones adecuadas a las
consecuencias que del mismo se derivan.
El
envejecimiento individual ha estado presente en todas las etapas del desarrollo
social, siendo de interés para la filosofía, el arte y la medicina de todas las
épocas.4
El envejecimiento es un fenómeno universal deletéreo
y endógeno, que comprende una reducción de la capacidad funcional, aumento de
la morbilidad y la mortalidad.5
En el
siglo XXI, existe una situación peculiar, las personas
sobrepasan las barreras cronológicas que el hombre ha situado como etapa de
vejez, lo que convierte al envejecimiento poblacional en, quizás, uno de los
retos más importantes para las sociedades modernas. De manera que la
importancia alcanzada por este sector poblacional demanda un compromiso moral
cada vez mayor de los profesionales de la salud y en particular, de la
enfermera.5
El
envejecimiento de las poblaciones que durante años fuera problema exclusivo del
mundo desarrollado, y que todavía para muchos, es un fenómeno ajeno al tercer
mundo, en realidad hace ya más de un decenio se reconoce como uno de los
problemas al que nuestros países deben enfrentar. De manera que la importancia
alcanzada por este sector poblacional demanda un compromiso moral cada vez
mayor de parte de los profesionales de la salud.
Los
ancianos son parte integrante e indivisible de la sociedad moderna. Las
personas de edad deben desarrollar su vida activamente, recibiendo y aportando
de y a la sociedad, de manera que contribuyan al desarrollo armonioso de la
misma.
Del
trabajo de todos los que de una manera u otra nos relacionamos con el tema,
depende desarrollar iniciativas capaces de permitir que nuestros ancianos
tengan una vejez decorosa.
La enfermería es, sin dudas, el área profesional
del equipo de salud, que más decidida y profundamente puede impactar en la
atención de las personas de edad avanzada, en su papel activo como mediadora
social de salud en su trabajo en la comunidad con este sector poblacional.
Es de gran importancia el trabajo que realiza la
enfermera en el primer nivel de atención, pues en su labor de promoción y
prevención, es el personal que puede influir directamente en “aplicar medidas especiales para prevenir o
enlentecer las enfermedades crónicas no transmisibles”, para que el anciano se mantenga como una fuerza
activa y productiva en nuestra sociedad.6
Esta comunicación, tiene el propósito, de explicar
el trabajo que realiza nuestro país en la aplicación del programa del adulto
mayor en la Atención Primaria de
Salud y la atención que brinda el personal de enfermería a este grupo
poblacional.
MéTODOs
Se
realizó una revisión bibliográfica, en el período comprendido de octubre del
2006 a enero del 2007, relacionada con el trabajo de Atención Primaria de Salud
en el adulto mayor y en particular la labor que realiza la enfermera en sus
intervenciones de salud con este sector poblacional. Para la realización de
este trabajo se revisaron bibliografías, con un intervalo de publicación de 10
años para los libros y de 5 años para las revistas. Se utilizaron los métodos
de comparación y análisis de lo planteado por diferentes autores nacionales e
internacionales con el propósito de unificar criterios relacionados con la
actuación del profesional en los servicios de salud.
Análisis
de algunos indicadores
- Evaluación
del envejecimiento en la población cubana.
Cuba es
un ejemplo de país en desarrollo con un importante envejecimiento de su
población, es uno de los tres países más envejecidos de Latinoamérica. En Cuba,
la primera etapa del proceso de envejecimiento se ubica en los inicios de la
década del 70, exactamente en 1972, pero no es hasta 1978 que la población de
60 años y más rebasa el 10 % respecto a la población total. En la actualidad la
expectativa de vida al nacer sobrepasa los 75 años. A los 60 años es más de 20
y a los 80 años es más de 7,6 años.3
Los ancianos mayores de 75 años entran en la
categoría de adultos mayores “frágiles o vulnerables”, y requieren una atención de salud mucho mayor.7
Especialmente
es marcada la expectativa de vida geriátrica de los hombres cubanos, la cual
excede los 19,5 años, por 21,1 para las mujeres.
Las
estadísticas arrojan que, al concluir el año 1999, el 13,9 % de la población
(algo más de 1,5 millones de personas) estaba comprendida en el grupo de 60
años y más, en el año 2000 el 14 % de la población era mayor de 60 años, para
el año 2010 será de 16,7 % y según las proyecciones de población, se espera que
en el 2025, el 24 % de la población esté incluida en este grupo, se estima que
1 de cada cuatro cubanos tendrá 60 años o más.3,5 El crecimiento de la
población anciana no ha sido homogéneo, con un crecimiento relativo mayor en
las zonas rurales y con una mayor proporción de ancianos en las provincias
occidentales y centrales, que en las orientales.
La
provincia más envejecida de la república de Cuba es Villa Clara ubicada en la
región central de nuestro país.
La
provincia de Villa Clara, la más envejecida del país, alcanzó en el año 2000 un
índice del 16,3 %, y se proyecta para el 2010 el 19,92 % 5 .
- Morbilidad
En
comparación con los jóvenes, las personas mayores sufren proporcionalmente más
enfermedades crónicas, y menos de las agudas y breves. Utilizan más de los
servicios sociales de salud, pero la proporción resulta afectada, más que para
cualquier otro grupo, por su discapacidad, asequibilidad y accesibilidad a esos
servicios.
En la
encuesta nacional sobre personas de 60 años o más, realizada en Cuba, se obtuvo
que el 69,6 % de los encuestados padecía al menos de una enfermedad crónica y
el 13,9 % alguna alteración de los sentidos. El estado de la audición, con
audífonos y sin ellos, varió de 1 % como muy mala, al 6,9 % como buena. La
mayoría de los ancianos clasificaron su audición como buena o regular. La
visión con lentes o sin ellos fue regular o buena para el 80,9 %.
- El
adulto mayor en Cuba.
En Cuba,
a partir del año 1959, se comenzó un trabajo muy serio, desde el punto de vista
social, legislativo, de asistencia médica, que garantiza la salud y la
asistencia social para los adultos mayores y el disfrute de una vejez con
óptima calidad de vida.
A partir
de 1963 en Cuba se comenzaron a desarrollar Programas de Salud para la atención
a las personas, específicamente a la mujer y al niño, así como para diferentes
enfermedades. Nuestro primer programa surge en 1974 y en 1985 con la
introducción del médico y la enfermera de la familia en la comunidad, se
producen cambios en la estructura organizativa de la atención primaria de salud
y se elabora un nuevo programa que integra todos los aspectos.
Los
nuevos conceptos gerontológicos exhiben gran participación de la familia y la
comunidad y se dejan fuera los antiguos patrones de institucionalización para
ser usada cuando sea necesario. Incluye la participación activa de la familia,
la comunidad y las organizaciones políticas y no gubernamentales en un trabajo
colectivo donde el protagonista principal es el adulto mayor.
Dentro de
los cuatro programas priorizados del Ministerio de Salud Pública de Cuba
(MINSAP) se encuentra el Programa Nacional de Atención al Adulto Mayor, lo cual
hace evidente el interés del estado cubano en brindar una atención óptima a las
personas de 60 años y más.7
Este
programa además de ofrecer aglutinación a favor del adulto mayor es aplicable
en todos los niveles de atención, que incluye no sólo salud, sino seguridad
deportes, cultura, legislación y otros.7
Este
programa, en implementación y perfeccionamiento, contiene en sí tres
subprogramas que a continuación relacionamos:
- SUB-PROGRAMA
DE ATENCIÓN COMUNITARIA AL ADULTO MAYOR.
- SUB-PROGRAMA
DE ATENCIÓN INSTITUCIONAL AL ADULTO MAYOR.
- SUB-PROGRAMA
DE ATENCIÓN HOSPITALARIA AL ADULTO MAYOR.
El
Subprograma de Atención Comunitaria al Adulto Mayor, como piedra angular del
Programa Nacional de Atención al Adulto Mayor tiene como propósitos:
Contribuir
a elevar el nivel de salud, el grado de satisfacción y la calidad de vida del
adulto mayor, mediante acciones de prevención, promoción, asistencia y
rehabilitación ejecutadas por el Sistema Nacional de Salud Pública en
coordinación con otros organismos y organizaciones del estado involucrados en
esta atención, teniendo como protagonistas a la familia, comunidad y el propio
adulto mayor en la búsqueda de soluciones locales a sus problemas.7
Como
objetivos generales plantea:
- Mejorar
la salud de la población de 60 años y más, aumento de la vida activa,
mediante el tratamiento preventivo, curativo y rehabilitado de este grupo.
- Crear
una modalidad de atención gerontológica comunitaria que contribuya a
resolver necesidades socio-económicas, psicológicas y biomédicas de los
ancianos a este nivel.
Como
objetivos específicos:
- Promover
cambios de estilos de vida, hábitos y costumbres que favorezcan la salud.
- Prevenir
o retardar la aparición de enfermedades y de las discapacidades a que
estas pudieran conllevar en su evolución.
- Garantizar
la atención integral, escalonada, oportuna y eficaz a este grupo de edad.
- Garantizar
la rehabilitación de los adultos mayores a través de la rehabilitación de
base comunitaria.
- Estimular
la participación comunitaria en la identificación y búsqueda de soluciones
a los problemas del adulto mayor.
- Desarrollar
la formación y capacitación de los recursos humanos especializados y los
propios de la comunidad, que garanticen la calidad de las vías no formales
de atención y la integración activa de estas a la comunidad.
- Desarrollar
investigaciones que identifiquen la morbilidad, mortalidad, letalidad,
discapacidades, intervenciones comunitarias y otras unidades.
Este
programa comenzó a desarrollarse en todo el país en el primer semestre de 1997,
fue aplicado a todas las unidades sociales de atención primaria que brindan
atención gerontogeriátrica. Se le efectúan reajustes anuales. El universo de
trabajo es la población mayor de 60 años residentes en la comunidad. Para
cumplimentar cada uno de los objetivos se llevan a cabo disímiles actividades.
El
control y evaluación del programa se realiza según lo reglamentado por el
MINSAP en cuanto a las variables, su organización a nivel del consultorio y del
policlínico y el impacto en la salud del adulto mayor en los períodos
establecidos.
Por
supuesto que para lograr el efecto de dichas acciones, la atención al adulto
mayor, toma un carácter progresivo.7
El
subprograma comunitario de atención al adulto mayor cuenta con dos niveles de
atención:
- El
primario propiamente dicho con el médico y enfermera /o de la familia.
- El
nivel primario especializado. Equipo Multidisciplinario de Atención
Gerontológica (EMAG).8
Consultorio
del médico y la enfermera de la familia
Por la
permanencia de este equipo en la comunidad, es capaz de abordar aspectos de
salud de las personas de la tercera edad, lograr su vigilancia continua
ambulatoria e incluso, el ingreso domiciliario. Permite además, mantener el
anciano el mayor tiempo posible en su comunidad, para garantizar su bienestar y
seguridad.
Realizará
el diagnóstico de salud del estado del adulto mayor, dirigidos a la morbilidad,
validismo (nivel funcional) y mortalidad que comprende a la población total de
mayores de 60 años.
Dispensarización
por grados:
Grado I.
Anciano que se considera presuntamente sano o sea que no se le descarten
enfermedades u otros problemas.
Grado II.
Anciano que presente factores de riesgo.
Grado
III. Anciano portador de alguna o algunas patologías
Grado IV.
Ancianos con secuelas
- Ancianos
impedidos: Físico, Mental, Sensorial.
- Ancianos
frágiles. Deben tenerse controlados por cada casa y se debe conocer:
- Número
de ancianos que viven solos.
- Número de ancianos sin amparo filial
- Número de ancianos mayores de 80 años
- Número de ancianos viudos recientes (6 meses)
- Discapacitados
- Los portadores de varias patologías
- Número de ancianos sin amparo filial
- Número de ancianos mayores de 80 años
- Número de ancianos viudos recientes (6 meses)
- Discapacitados
- Los portadores de varias patologías
- Ingreso
domiciliario. Se le realizará al anciano que presente una enfermedad
crónica descompensada (hipertensión, crisis de asma, etc.) y enfermedades
agudas (neumonía, bronconeumonía, etc.), o sea, aquel anciano que se
considere pueda dar seguimiento en el hogar. Se hacen las indicaciones en
la historia clínica donde la enfermera acentúa el horario en que realizará
las intervenciones de enfermería, acorde al Proceso de Atención de
Enfermería previamente confeccionado. De acuerdo a la evolución del
anciano el equipo médico y enfermera realizan intercambios con el EMAG e interconsultas
con los especialistas necesarios.
- Valoración
nutricional. Es valorado por peso y talla aplicando percentil.
-
Desnutrido si su percentil está por debajo de tres
- Delgado entre 3 y 10 percenti
- Sobrepeso; entre 90 y 97.
- Obeso: Más de 97 percentil.
- Delgado entre 3 y 10 percenti
- Sobrepeso; entre 90 y 97.
- Obeso: Más de 97 percentil.
- Familia
(disfunción familiar). Las familias disfuncionales se controlan, se les
realizan visitas y se trazan acciones para resolverlo, se le da
seguimiento en el hogar para conocer si los problemas desaparecen, se
mantienen o aumentan.
La enfermera
aplica el Proceso de Atención de Enfermería a la Familia , trazando
expectativas a corto, mediano y largo plazo, quedando registradas en la
Historia clínica.
- Morbilidad
Se
llevará control de los ancianos portadores de enfermedades crónicas no transmisibles
y transmisibles, entre ellas:
-
Infecciones Respiratorias Agudas (IRA).
- Enfermedades Diarreicas Agudas (EDA).
- Accidentes.
- Suicidio o intento suicidio.
- Hipertensión Arterial.
- Cardiopatías isquémicas.
- Demencias seniles.
- Accidentes vasculares (AVE).
- Enfermedades pulmonares obstructivas crónicas (EPOC).
- Enfermedades Diarreicas Agudas (EDA).
- Accidentes.
- Suicidio o intento suicidio.
- Hipertensión Arterial.
- Cardiopatías isquémicas.
- Demencias seniles.
- Accidentes vasculares (AVE).
- Enfermedades pulmonares obstructivas crónicas (EPOC).
- Rehabilitación.
Se realizará en el policlínico, pero el caso que lo requiera se coordinará
para que se realice en el hogar. El equipo médico y enfermera de la
familia se le da seguimiento y control a los ancianos que reciben
rehabilitación.
- Rehabilitación
social. El equipo trabajará para incorporar al adulto mayor en actividades
recreativas socio-culturales, círculos de abuelos, en el propio hogar y la
propia agrupación de ancianos de su comunidad.
- Participación
de organismos y organizaciones de masas en la atención al adulto mayor. El
equipo de la familia plantea a las organizaciones de masa y organizaciones
del Poder Popular, la ayuda que pueda necesitar el anciano, como es
higiene del hogar, lavado de ropa, adquisición de alimentos como planes
cantina, sobre todo aquellos que viven solos y se encuentran limitados
para resolverlos.
- Círculos
de abuelos. Agrupaciones de ancianos en la comunidad con el objetivo de
desarrollar diferentes actividades como son de promoción de salud,
deportivas, culturales, recreativas entre otras. Su objetivo fundamental
es mantenerlos activos física y socialmente, garantizando la salud mental;
incluye además la realización de ejercicios bajo orientación de un
profesional de cultura física, se seleccionan los adultos mayores más
activos para que en ausencia del profesor lidereen la actividad,
participen en encuentros deportivos y culturales y otras actividades de
recreación. El equipo de salud participa activamente con ellos, ofertando
las actividades de promoción de salud como charlas educativas.
- Otros
controles:
-
Vacunación.
- Control de enfermedades (crónicas no transmisibles, sintomático respiratorio de más de 14 días, entre otras)
- Salud bucal.
- Control de enfermedades (crónicas no transmisibles, sintomático respiratorio de más de 14 días, entre otras)
- Salud bucal.
- Realizar
el Examen Periódico de Salud (EPS) con una frecuencia anual a todas las
personas mayores de 60 años.
El EPS
incluye en sí mismo una historia clínica completa de la persona adulta mayor
más la Escala Geriátrica de Evaluación Funcional (EGEF). Con el EPS el binomio
médico y enfermera(o) de la familia puede lograr identificar el adulto mayor
frágil que remitirá a la consulta de evaluación y selección del equipo
multidisciplinario de atención gerontológica (EMAG). Con relación a los adultos
mayores no frágiles lo seguirán atendiendo a nivel del consultorio médico.
Anciano
frágil: Personas que por condiciones biológicas, psicológicas, sociales o
funcionales están en riesgo de desarrollar un estado de necesidad.
Los
criterios de remisión para el equipo multidisciplinario de atención
gerontológica de un anciano frágil son:
- Doble
incontinencia.
- Alteraciones
de la movilidad y el equilibrio menor que 4 según EGEF.
- Polifarmacia
(uso de menos de tres medicamentos).
- Alteraciones
de todos los ítems de la EGEF en 4 o menos.
- Antecedentes
patológicos de personales (APP) de síndrome demencial con:
-
Alteraciones del estado emocional.
- Alteraciones del sueño.
- Alteraciones de la movilidad.
- Alteraciones del uso de medicamentos.
- Deficiente apoyo familiar.
- Deficiente apoyo social.
- Mala situación económica.
- Alteraciones del sueño.
- Alteraciones de la movilidad.
- Alteraciones del uso de medicamentos.
- Deficiente apoyo familiar.
- Deficiente apoyo social.
- Mala situación económica.
- Cualquier
combinación de los problemas sociales (situación familiar, social y
económica) menor que 4 según EGEF.
- Anciano
solo con alguna alteración de la EGEF.
- Anciano
mayor de 80 años con alguna alteración de la EGEF.
- Alteración
de la memoria menor que 4 según EGEF.
- Alteraciones
del estado funcional global menor que 4 según EGEF.
Una vez
realizada la evaluación periódica de salud y detectados los pacientes que
tengan criterios de fragilidad o aquellos que por la complejidad y magnitud de
sus problemas biomédicos, necesitan una evaluación más especializada para
mantenerse en el medio familiar o comunitario y deban recibir un manejo más
complejo, el médico y enfermera de la familia cuentan con un segundo escalón de
apoyo en la atención comunitaria. El equipo multidisciplinario de atención
gerontológica (EMAG).7
Equipo
multidisciplinario de atención gerontológica (EMAG)
Grupo
multidisciplinario dedicado a la atención comunitaria integral al adulto mayor,
acción que realiza brindando apoyo al equipo de medicina familiar y fomentando
otras modalidades formales y no formales de atención comunitaria dirigidas a
elevar la calidad de vida de este grupo poblacional.
Garantiza
la atención integral al anciano con riesgo, brinda asistencia médica
especializada a través de un sistema de evaluación geriátrica, coordina las
respuestas que solucionen las necesidades de los ancianos por él atendidos,
dirigido a mantener su permanencia en la comunidad. Apoya al médico de la
familia en el Sistema de Atención Primaria de Salud y a la comunidad en el
desarrollo de un envejecimiento y vejez saludable.
Propósito:
- Mejorar
la calidad de la atención al adulto mayor
- Apoyar
al equipo de medicina familiar en el cumplimiento del programa comunitario
de atención al adulto mayor.
Acciones
y metodologías para su implementación:
- Se
establecen las funciones del EMAG a partir del manual de organización que
constituye una guía y que debe ser enriquecido y adaptado a las
características de cada territorio.
- Se
facilitan los recursos materiales para estas estructuras en los
policlínicos.
- Se
selecciona el personal para conformar el EMAG, la dirección del área de
salud decidirá en cada caso si los miembros permanecerán a tiempo completo
o parcial en esta actividad.
- Se
capacitan y entrenan a los miembros del EMAG según el programa establecido
al efecto.
Control
- Se
realizará periódicamente, trimestral, semestral y anualmente.
Atribuciones
y funciones:
- Organiza
y liderea el funcionamiento del Programa Comunitario de Atención al Adulto
Mayor.
- Realiza
acciones de promoción, prevención que favorezcan una mejoría en la calidad
de vida de los adultos mayores.
- Participa
en las acciones de diagnóstico y tratamiento que propician en el ámbito
local la solución de los problemas sociales y de salud de los adultos
mayores.
- Contribuye
a que la rehabilitación de base comunitaria considere las peculiaridades
de los adultos mayores con el mantenimiento de su validismo funcional y de
su autonomía.
- Participa
en la educación comunitaria y la formación y capacitación de los recursos
humanos necesarios para mejorar la atención.
- Desarrolla
y participa en investigaciones que propongan soluciones a las necesidades
y problemas de los adultos mayores de la comunidad.7
Miembros
del EMAG
- Médico
- Enfermera
- Psicólogo
- Trabajadora
social
Médico
Naturaleza
de su trabajo:
Trabajo
de ejecución profesional que consiste en actuar como coordinador de un equipo
de salud y realización de procedimientos médicos a través de acciones de
promoción, prevención, diagnóstico y tratamiento así como la rehabilitación
dirigidas a los adultos mayores.
Tareas:
- Planificar,
organizar, ejecutar y evaluar el cumplimiento de las funciones del equipo.
- Organiza,
dirige y participa en la caracterización sociodemográfica del área de
salud.
- Participa
en evaluación y/o interconsulta de pacientes adultos mayores.
- Visita
semanalmente al servicio diurno de rehabilitación.
- Brinda
asesoría y docencia al médico y enfermera de la familia.
Enfermera
Naturaleza de su trabajo:
Trabajo de ejecución profesional que consiste en
ejercer actividades de planeamientos, coordinación, orientación y ejecución de
procedimientos selectivos y continuos de enfermería con el fin de promover,
preservar y rehabilitar la salud individual y colectiva a los adultos mayores.
Tareas:
- Observa y ejecuta con sistematicidad el
trabajo planeado por el equipo.
- Participa en la caracterización
sociodemográfica del área de salud.
- Apoya al médico y enfermera de la
familia para estimular y/o desarrollar la participación del adulto mayor
en el círculo de abuelos del consultorio.
- Recepciona al paciente en la consulta
de evaluación y participa con el resto del equipo de salud en la
evaluación multidisciplinaria del anciano participando activamente en el
diagnóstico del anciano frágil o discapacitado.
- Planifica la secuencia de consulta o
visita de evaluación comunicando a las personas interesadas.
- Realiza actividades educativas
destinadas a fomentar estilos de vida más sanos.
- Realiza anualmente la evaluación
funcional anual con el fin de revisar los factores que motivaron su
ingreso en la casa de abuelos.
- Responde frente al equipo por el buen funcionamiento y
cumplimiento de las actividades del servicio diurno de rehabilitación.7
Psicólogo
Naturaleza
de su trabajo:
Trabajo
de ejecución profesional consistente en realizar actividades que posibiliten la
intervención psicológica y comunitaria para favorecer al adulto mayor.
Tareas:
- Observar
y ejecutar la sistematicidad del trabajo planificado por el equipo
- Realizar
en equipo la caracterización sociodemográfica del área de salud.
- Apoyar
individualmente a los médicos de familia en la elaboración práctica del
examen periódico de salud.
- Identificar
las necesidades de aprendizaje que se realiza en equipo para desarrollar
un aula de la Tercera Edad en forma de talleres, conferencias, dinámicas
grupales dirigidas al anciano y su familia.8
Trabajador
social
Naturaleza
de su trabajo:
Funciona
dentro del equipo como experto en materia de servicios y derechos del anciano,
por lo que es el profesional que más puede aportar a la hora de realizar la
toma de decisiones.
Tareas:
Es el
responsable de coordinar los servicios sociales, de apoyo junto con el
trabajador social del policlínico y del órgano del trabajo:
- Plan
cantina.
- Comedores sociales
- Servicios domiciliarios
- Comedores sociales
- Servicios domiciliarios
El EMAG
después de la consulta de evaluación y selección derivará al adulto mayor al
servicio que requiera dicha persona. Según la cascada en el Esquema No. 1 se
pueden apreciar opciones de solución comunitaria como son:
- La
posibilidad de dar orientaciones al médico y enfermera/(o) de la Familia para
continuar su atención en el consultorio médico o incluso lograr su
incorporación al Círculo de Abuelos.
- El seguimiento por los especialistas del Grupo Básico de Trabajo del policlínico (ginecólogo, pediatra, internista y psicólogo) u otros especialistas.
- La atención en las consultas de seguimiento que ofrece el EMAG.
- El seguimiento por los especialistas del Grupo Básico de Trabajo del policlínico (ginecólogo, pediatra, internista y psicólogo) u otros especialistas.
- La atención en las consultas de seguimiento que ofrece el EMAG.
La
incorporación a los Grupos de Orientación y Recreación
Son
agrupaciones de Círculos de Abuelos y otros adultos mayores de la comunidad no
vinculados a los mismos que permiten el desarrollo de posibilidades existentes
(habilidades y capacidades) y la participación activa de los adultos mayores,
en la solución de sus problemas y necesidades, tanto sociales como médicas,
manteniéndose en el seno de la comunidad en que viven, el propósito es mejorar
la calidad de vida, el rol social y aliviar en unión de las estructuras locales
existentes en la Comunidad , la sobrecarga que presentan los Sistemas de
Asistencia y Seguridad Social del país.7
- El
ingreso en el Centro de Rehabilitación Diurno.
- La incorporación a las Casas de Abuelos.
- La incorporación a las Casas de Abuelos.
Concepto
de Casa de Abuelos: La casa de abuelos es una institución social que brinda
atención integral diurna a los ancianos carentes de amparo filial en absoluto o
de familiares que puedan atenderlos durante el día, teniendo como
características desde el punto de vista funcional que se les dificulta la
realización de las actividades de la vida diaria instrumentadas y que mantengan
las capacidades funcionales básicas para realizar las actividades de la vida
diaria.
En cuanto
a otras opciones se encuentra:
- El
ingreso hospitalario cuando el paciente lo requiera.
- La institucionalización en los Hogares de Ancianos.
- La institucionalización en los Hogares de Ancianos.
Como se
puede apreciar de esta forma se establece la relación entre los diferentes
subprogramas (comunitario, hospitalario e institucional), sin dejar de
percatarnos que el adulto mayor no frágil y el adulto mayor frágil podrán
contar con el servicio hospitalario cuando le sea necesario a partir de su
visita al m édico y enfermera/(o) de la familia.
De hecho
cabe plantear que en la medida que se logre adecuada atención gerontogeriátrica
desde el nivel primario, sobre la base del conocimiento del proceso de
envejecimiento y las políticas de salud vigentes, obtendremos buenos beneficios
con respecto a la atención al adulto mayor, los cuales redundarán en beneficio
de nuestra sociedad.
Nuestro
sueño es mantener a los adultos mayores con la mejor funcionalidad posible en
el seno de su familia.7
Formación
de recursos humanos de enfermería en la especialidad de gerontología en la
comunidad
Enfermería
de la atención comunitaria de salud (se incluye el programa de atención al
adulto mayor).
Nuestro
país cuenta con un potencial de enfermeras(os) en la comunidad lo que ha
permitido llevar a cabo un modelo de atención basado en desarrollar en el
individuo y las familias la responsabilidad de velar por su salud, por lo que
en relación con la atención al anciano en la comunidad la enfermera de la
familia se ha visto en la necesidad de superarse para su mejor competencia y
desempeño.
El
Instituto Superior de Ciencias Médicas de Cuba y el Ministerio de Salud Pública
han llevado a cabo en esta etapa varios programas docentes con el propósito de
desarrollar la formación y capacitación de los recursos humanos especializados
que garanticen la competencia y desempeño de nuestros profesionales, y con
ello, la calidad de vida del adulto mayor en la comunidad donde vive y trabaja:
- La
especialidad de Gerontología
- Post-grados.
- Diplomados.
- El
Centro Iberoamericano de la Tercera Edad ofertó dos cursos con la Maestría
de Gerontología médica y social.
Actualmente
se trabaja intensamente en la municipalización de la docencia universitaria
llevando a la Atención Primaria de Salud diferentes programas de superación
incluidos los de Gerontología y Geriatría para médicos y enfermeras.7
Es
importante desarrollar investigaciones que identifiquen la morbilidad,
mortalidad, letalidad, discapacidades, intervenciones comunitarias y otras:
- Desarrollar
investigaciones que estén vinculadas a las líneas de investigación de las
estrategias del MINSAP que respondan a las necesidades de los ancianos.
- Vincular
los temas de terminación de residencia a las líneas de investigación
señaladas.
- Participar
en la asimilación e introducción de los logros de la Ciencia y la Técnica.
- Desarrollar
investigaciones de costo-beneficio y costo eficacia del programa.
- Desarrollar
investigaciones que evalúen el impacto social del programa.7
Consideraciones
finales
Los
nuevos conceptos gerontológicos exigen gran participación de la familia y la
comunidad y las organizaciones políticas y no gubernamentales en un trabajo
colectivo donde el protagonista principal es el adulto mayor. Este programa,
además de ofrecer aglutinación en favor del adulto mayor es aplicable en todos
los niveles de atención, que incluyen no sólo salud, sino la seguridad social,
deportes, cultura, legislación y otros. Se destaca en todos los subprogramas la
labor activa de la enfermera como mediadora social de salud en sus
intervenciones de promoción y prevención de salud.
La vejez
puede ser una etapa activa y vital, no hay que pensar en ella como pasiva y
dependiente. De todos nosotros depende que la imagen social de los adultos
mayores no sea distorsionada.
ANALISIS:
En el siglo XXI, existe una situación peculiar,
las personas sobrepasan las barreras cronológicas que el hombre ha situado como
etapa de vejez, lo que convierte al envejecimiento poblacional en, quizás, uno
de los retos más importantes para las sociedades modernas
El
propósito del trabajo es explicar la aplicación del Programa del Adulto Mayor
en la Atención Primaria de Salud, así como la atención del personal de
enfermería en sus intervenciones de salud con este sector poblacional .La vejez
puede ser una etapa activa y vital, no hay que pensar en ella como pasiva y
dependiente. De todos nosotros depende que la imagen social de los adultos
mayores no sea distorsionada. El envejecimiento, o proceso normal de cambios
relacionados con el paso del tiempo, se inicia con el nacimiento y continúa a
lo largo de la vida dentro de la propia estructura social. La ancianidad es la
fase final de la vida.
Al
analizar etimológicamente el término GERONTOLOGÍA, este proviene del griego gerón
= viejo y logos = estudio, por tanto es la ciencia que estudia el
envejecimiento en todos sus aspectos. Parece que el término Gerontocracia, con
el que se describía en la Grecia Antigua al Gobierno, controlado por los
ancianos, pudiera haber sido el término precursor. El término “geriatría” es derivado del griego geron = viejo e iatrikos=
tratamiento médico, el cual fue publicado en la obra de Ignatz Leo Nascher
publicada en 1909 en la Academia de Ciencias de Nueva York, titulada “Geriatría, las enfermedades de
los ancianos y su tratamiento”.2 La geriatría es por tanto una rama de la
gerontología y la medicina que se ocupa de los aspectos clínicos, terapéuticos,
preventivos en la enfermedad de los ancianos, lo que la hace una ciencia
aplicada, que se ocupa de la asistencia integral a estas personas. Según datos
de las Naciones Unidas, en 1950, existían en el mundo 200 000 000 de personas
mayores de 60 años, pero ya en 1975 esta cifra alcanzó los 350 000 000. Las
proyecciones demográficas indicaron que en el año 2000 hubo alrededor de 600
000 000 de ancianos, cifra que prácticamente se duplicará en el 2025.3
.
Se ha
definido el envejecimiento poblacional como el aumento progresivo de la
proporción de personas de edad avanzada, en una población determinada.
El envejecimiento es un fenómeno universal
deletéreo y endógeno, que comprende una reducción de la capacidad funcional,
aumento de la morbilidad y la mortalidad.5
La
enfermería es, sin dudas, el área profesional del equipo de salud, que más
decidida y profundamente puede impactar en la atención de las personas de edad
avanzada, en su papel activo como mediadora social de salud en su trabajo en la
comunidad con este sector poblacional.
Es de
gran importancia el trabajo que realiza la enfermera en el primer nivel de
atención, pues en su labor de promoción y prevención, es el personal que puede
influir directamente en “aplicar medidas especiales para
prevenir o enlentecer las enfermedades crónicas no transmisibles”, para que el anciano se mantenga como una fuerza
activa y productiva en nuestra sociedad.6
Esta
comunicación, tiene el propósito, de explicar el trabajo que realiza nuestro
país en la aplicación del programa del adulto mayor en la Atención Primaria de
Salud y la atención que brinda el personal de enfermería a este grupo poblacional.
Enfermera
Naturaleza
de su trabajo:
Trabajo
de ejecución profesional que consiste en ejercer actividades de planeamientos,
coordinación, orientación y ejecución de procedimientos selectivos y continuos
de enfermería con el fin de promover, preservar y rehabilitar la salud
individual y colectiva a los adultos mayores.
Tareas:
- Observa
y ejecuta con sistematicidad el trabajo planeado por el equipo.
- Participa
en la caracterización sociodemográfica del área de salud.
- Apoya
al médico y enfermera de la familia para estimular y/o desarrollar la participación
del adulto mayor en el círculo de abuelos del consultorio. Recepciona al
paciente en la consulta de evaluación y participa con el resto del equipo
de salud en la evaluación multidisciplinaria del anciano participando
activamente en el diagnóstico del anciano frágil o discapacitado.
- Planifica
la secuencia de consulta o visita de evaluación comunicando a las personas
interesadas.
- Realiza
actividades educativas destinadas a fomentar estilos de vida más sanos.
- Realiza
anualmente la evaluación funcional anual con el fin de revisar los
factores que motivaron su ingreso en la casa de abuelos.
- Responde
frente al equipo por el buen funcionamiento y cumplimiento de las
actividades del servicio diurno de rehabilitación.7
versión impresa ISSN 0036-3634
Salud pública
Méx vol.54 no.1 Cuernavaca ene./feb. 2012
ARTÍCULO ORIGINAL
Encuesta Nacional de Cobertura de
Vacunación (influenza, neumococo y tétanos) en adultos mayores de 60 años en
México
National Survey of
Vaccination Coverage (Influenza, pneumococcus and tetanus) in Mexican
population of 60 years of age and older
Belem Trejo-Valdivia, PhD,I; Laura R Mendoza-Alvarado, M en
C,I; Oswaldo Palma-Coca, Act,II; Mauricio
Hernández-Ávila, Ph D,III; Martha María Téllez-Rojo Solís, D en CI
IInstituto Nacional de Salud Pública. Cuernavaca, México
IIInstituto Nacional de Geografía y Estadística. México DF, México
IIISubsecretaria de Prevención y Promoción de la Salud, Secretaría de Salud. México
IIInstituto Nacional de Geografía y Estadística. México DF, México
IIISubsecretaria de Prevención y Promoción de la Salud, Secretaría de Salud. México
RESUMEN
OBJETIVO: Determinar la cobertura de vacunación (CV) para
influenza, neumococo y tétanos, en adultos mayores (AM) de 60 años y más,
heterogeneidad por entidad federativa sociodemográficas.
MATERIAL Y MÉTODOS: Análisis transversal basado en una encuesta nacional en 18 015 hogares. Se captó información general y sobre vacunación (autorreporte) en un AM por cada uno de los hogares seleccionado aleatoriamente.
RESULTADOS: La prevalencia nacional de vacunación fue 56.5% (±0.97) para influenza, 44.3% (±0.98) para neumococo y 61.8% (±0.96) para tétanos. Las CV analizadas fueron significativamente menores para AM sin seguro médico y mayores en las mujeres. Casi 20% de AM reconoció no tener vacuna alguna, argumentando principalmente el hecho de desconocer la necesidad de vacunarse.
CONCLUSIONES: Se muestra un avance importante en las coberturas de vacunación en AM en México; se identifican diferenciales que sugieren la necesidad de impulsar campañas de información y acciones que mejoren la accesibilidad a la vacuna por este grupo poblacional.
MATERIAL Y MÉTODOS: Análisis transversal basado en una encuesta nacional en 18 015 hogares. Se captó información general y sobre vacunación (autorreporte) en un AM por cada uno de los hogares seleccionado aleatoriamente.
RESULTADOS: La prevalencia nacional de vacunación fue 56.5% (±0.97) para influenza, 44.3% (±0.98) para neumococo y 61.8% (±0.96) para tétanos. Las CV analizadas fueron significativamente menores para AM sin seguro médico y mayores en las mujeres. Casi 20% de AM reconoció no tener vacuna alguna, argumentando principalmente el hecho de desconocer la necesidad de vacunarse.
CONCLUSIONES: Se muestra un avance importante en las coberturas de vacunación en AM en México; se identifican diferenciales que sugieren la necesidad de impulsar campañas de información y acciones que mejoren la accesibilidad a la vacuna por este grupo poblacional.
Palabras clave: vacuna; adulto mayor; neumonía;
influenza; tétanos; México
ABSTRACT
OBJECTIVE: Determine Vaccination Coverage (VC) among
adults 60 years of age and older (EP), for influenza, pneumococcal and tetanus
vaccines, association with socio-demographic characteristics and heterogeneity
at state level.
MATERIAL AND METHODS: Cross-sectional analysis based on information from 18 015 households visited in a national survey. General and vaccine information (self-report) for a randomly selected elder in each household is available.
RESULTS: The national VC level was found to be 56.5% (±0.97) for influenza, 44.3% (±0.98) for pneumococcus and 61.8% (±0.96) for tetanus. The VC was significantly lower for EP without health social services and higher for women. Almost 20.0% of EP recognized not having vaccines at all, due mainly that they didn't know it was a duty.
CONCLUSIONS: Important improvements are shown in vaccination coverage among elderly in Mexico. Differentials suggest the need to intensify information campaigns and actions that could improve the accessibility to vaccines for this population.
MATERIAL AND METHODS: Cross-sectional analysis based on information from 18 015 households visited in a national survey. General and vaccine information (self-report) for a randomly selected elder in each household is available.
RESULTS: The national VC level was found to be 56.5% (±0.97) for influenza, 44.3% (±0.98) for pneumococcus and 61.8% (±0.96) for tetanus. The VC was significantly lower for EP without health social services and higher for women. Almost 20.0% of EP recognized not having vaccines at all, due mainly that they didn't know it was a duty.
CONCLUSIONS: Important improvements are shown in vaccination coverage among elderly in Mexico. Differentials suggest the need to intensify information campaigns and actions that could improve the accessibility to vaccines for this population.
Key words: vaccines; elderly; pneumonia; influenza; tetanus;
Mexico
La transición demográfica en
México incrementó la demanda de servicios de salud por parte de la población de
adultos mayores (AM). Este grupo presenta condiciones de salud particulares que han derivado
en la creciente necesidad de generar políticas públicas para impulsar las
acciones preventivas y de promoción de la salud dirigidas a esta población
específica. No obstante, la información requerida para diseñar e implementar
las políticas para los AM es limitada,1,2 por lo que queda en
evidencia la necesidad de generar y difundir datos que caractericen a este
grupo y que contribuyan a mejorar los servicios de salud dirigidos a este
sector de la población.
Las autoridades de salud han
buscado reforzar las estrategias de inmunización contra patógenos que por la fragilidad
fisiológica de este grupo los hace particularmente vulnerables a contraerlos y
a presentar cuadros de mayor severidad. Entre estos patógenos destacan la influenza, el neumococo, y el
tétanos. Desde el siglo XX la vacunación se ubica entre las medidas
sanitarias de mayor impacto y rentabilidad para la salud pública. Por ejemplo,
se ha observado que la vacuna contra influenza ha reportado ahorros potenciales
aproximados de entre 23 y 27% del costo de la vacunación.3
En un principio, la vacunación se enfocó en la disminución de la carga
de enfermedad y la mortalidad por enfermedades infecciosas en la infancia;
posteriormente sus beneficios se extendieron a otros grupos como los
adolescentes, las mujeres, los adultos y más recientemente a los AM.4
La influenza es una enfermedad
respiratoria aguda causada por el virus de la influenza; las características
particulares de este virus y su enorme capacidad de variación antigénica
explican su constante circulación en todo el mundo, su impacto en
términos de morbimortalidad y la necesidad de revacunar cada año para proteger
a la población de la infección asociada con las nuevas cepas circulantes.5
Las personas mayores de 65
años se consideran entre los principales grupos de riesgo para sufrir las
complicaciones graves de la influenza,6,7 por lo que en México se inició
con la inmunización en 2004 para este grupo de la población.8 La vacuna ha mostrado una eficacia de 58% para
prevenir la enfermedad en AM de 60 años, sin embargo, en lo que respecta
a mortalidad en AM de 70 años, la evidencia no es concluyente aún.9 En
la temporada invernal 2006-2007 se aplicaron 4 578 463 dosis de la vacuna.1 El sector salud reportó que las
infecciones respiratorias agudas durante 2005 estuvieron entre las diez
principales causas de morbilidad que afectaron a la población de 60 y más años.10 Fueron
la séptima causa de mortalidad y las enfermedades del sistema respiratorio
fueron la cuarta causa de egresos hospitalarios en los AM de 65 y más años por
su frecuencia.11
Por su parte, la infección
neumocócica es un problema de salud pública cuya importancia es subestimada por
la dificultad de identificación bacteriológica de los neumococos en la práctica
corriente. Para 2007 en
México la incidencia de neumonía y bronconeumonía en población de 60 a 64 fue
de 206.73, y en personas de 65 y más años de 469.61 por 100000 habitantes, y es
más frecuente en hombres que en mujeres. Pese a que se establece que la
vacuna de polisacáridos contra el neumococo se introdujo en México en 1993,8
fue en 2006 cuando la Secretaría de Salud (SSa) la introdujo de manera
universal para las personas de 65 años de edad en adelante.12,13 La vacuna consiste en una dosis única,
para la que se ha estimado en estudios observacionales una efectividad de 56.0% en AM que
son inmunocompetentes.14
En México la incidencia de
tétanos presenta una tendencia decreciente en general, sin embargo, por
grupos de edad se observa que la mayor incidencia de tétanos se presenta
después de los 60 años.11 Las estadísticas a partir de 2000 señalan
que los AM de 60 años o más registraron la mayor incidencia de tétanos en el
año 2002 (en el grupo de 60 a 64 fue de 0.24 y en personas de 65 o más años de
1.45 por 100000 habitantes, respectivamente) y la menor incidencia en el año
2007 (en la población de 60 a 64, así como en los de 65 años o más fue de 0.22
por 100000 habitantes respectivamente). Este padecimiento es enfrentado a
través de la vacuna toxoide Td tetánico-diftérico que fue introducida en 1997.8,15
El objetivo del presente trabajo fue determinar la cobertura de
vacunación (CV) en AM de 60 años y más en México, su distribución por entidad
federativa y su variabilidad de acuerdo con ciertas características
sociodemográficas.
Material y métodos
Durante abril y septiembre de 2008, el Instituto Nacional de Salud
Pública (INSP), en coordinación con el Centro Nacional de Vigilancia
Epidemiológica y Control de Enfermedades (CENAVECE) de la SSa, llevó a cabo la
Encuesta Nacional de Cobertura de Vacunación (influenza, neumococo y tétanos)
en Adultos Mayores de 60 años y más de edad en México (ENCOVAM 2008).
El diseño muestral del estudio fue probabilístico, polietápico,
estratificado y por conglomerados, e incluyó a los 32 estados de la República
mexicana, con capacidad de extrapolar la información al ámbito nacional y
estatal. El tamaño de muestra a nivel nacional se calculó considerando un error
relativo máximo de 20%, una confianza de 95%, un efecto de diseño de 1.7%, una
proporción a estimar de por lo menos 21% y una tasa máxima de no-respuesta de
15%.
De las 18 925 viviendas visitadas, se obtuvo información completa en
18015 de ellas (porcentaje de no respuesta de 4.8%). La primera sección del
cuestionario captó información general (edad, sexo y derechohabiencia) y la
segunda recabó información por autorreporte de un AM de 60 o más años
(seleccionado aleatoriamente) sobre la aplicación de las tres vacunas incluidas
en la Cartilla Nacional de Salud del Adulto Mayor (influenza, neumococo y
tétanos). La aplicación de la vacuna contra la influenza se exploró en el
periodo invernal comprendido entre octubre 2007 y febrero 2008, la de neumococo
se investigó durante el lapso de vida del AM y la vacuna contra tétanos a
aquella recibida a partir de los 60 años de edad. En los casos en que el
autorreporte de vacunación fue afirmativo, se solicitó el comprobante
correspondiente para tomar la fecha de aplicación de la(s) vacuna(s).
Complementariamente se obtuvo información sobre los síntomas presentados a raíz
de la vacunación, y en quienes refirieron no haber sido vacunados se interrogó
sobre las causas.
Los entrevistadores fueron capacitados en el llenado de los
cuestionarios y el desarrollo adecuado de las entrevistas. Los aspectos éticos
de la encuesta se cubrieron mediante una carta de consentimiento informando a
los participantes sobre el objetivo del estudio y se garantizó la
confidencialidad de la información. La realización de este estudio contó con la
aprobación de la Comisión de Ética del INSP.
El análisis estadístico se hizo en STATA versión 10.0. Se realizó un
análisis exploratorio para detectar inconsistencias y valores fuera de rango,
así como para presentar las características generales de la muestra.
Posteriormente, se estimó la cobertura de vacunación (con intervalos de
confianza al 95.0%) para las tres vacunas, por entidad federativa y por las
principales características demográficas de la población y otras variables de
interés.
Resultados
En el cuadro I se muestran las
principales características sociodemográficas. De los 18015 AM de 60 o más años
que respondieron de manera completa el cuestionario (que representan una
población de 8656673), 47% fueron hombres. Su edad fluctuó entre los 60 y 104
años y el promedio fue de 70.2 años. Un poco más de la mitad de la población en
estudio la componen los AM de entre 60 y 69 años. La principal derechohabiencia
que reportan los AM son el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) con
41.6% y el Seguro Popular de Salud con 18.6%; sin embargo, existe un poco más
de la cuarta parte (27.5%) que no cuenta con cobertura de servicios de salud.
La mayoría de los participantes no era beneficiario de programa social alguno
(53.0%).
La CV por autorreporte difiere entre las tres vacunas y también de
acuerdo con algunas características sociodemográficas de los AM como lo muestra
el cuadro II. La CV es
significativamente mayor en las mujeres que en los hombres (58.9 vs 53.9% para
influenza, 46.3 vs 42.1% para neumococo y 63.1 vs 60.2% para tétanos). Se
observa un patrón que sugiere un incremento en las coberturas de acuerdo con el
grupo de edad, que disminuye en el grupo de 75 y más años.
Las CV varían de acuerdo con la derechohabiencia. Los porcentajes
estimados de vacunación para los AM afiliados al IMSS fueron significativamente
superiores que los afiliados al ISSSTE para las tres vacunas, y
significativamente mayores que los correspondientes a los afiliados al Seguro
Popular sólo para neumococo y tétanos. En los tres casos, las coberturas fueron
significativamente más bajas para el grupo de AM sin cobertura de servicios de
salud. Adicionalmente, se encuentra que las coberturas de vacunación son
estadísticamente mayores entre los AM inscritos en un programa social que entre
los que no lo están.
El 88.3% de los individuos vacunados contra la influenza dijeron conocer
la fecha de su vacunación, la cual se concentró entre octubre de 2007 y marzo
de 2008. Los meses con mayor registro de vacunación fueron noviembre (35.3%),
diciembre (14.4%) y octubre (13.9%) de 2007. La cobertura reportada de
vacunación por neumococo en 2007 (50.9%) duplicó a la de 2006 (25.4%), y para
marzo de 2008 se había ya acumulado una proporción cercana a 2006 (23.7%) que
seguiría aumentando a medida que transcurrió el año 2008. En el caso de la
vacuna contra el tétanos, 17.6% de los entrevistados dijo haberse vacunado en
2005, mientras que en 2006 fue reportado 23.2%; en 2007 41.4%, y durante los
primeros meses de 2008, 17.8%.
Del total de individuos que reportaron haber recibido la vacuna contra
influenza, 47.7% no presentó comprobante alguno al solicitárselo, 21.3%
presentó la Cartilla Nacional (CN), 22.8% la Libreta de Salud del IMSS (LS),
4.2% otro comprobante de vacunación y 3.9% mostraron otro tipo de documento. De
los individuos vacunados contra neumococo, 21.5% presentaron la CN, 28.8% la
LS, 4.3% otro comprobante de vacunación, 3.0% otro documento y 42.4% sólo
dieron el reporte verbal. Finalmente, para la vacuna contra tétanos, 16.5% de
individuos mostraron la CN, en 22.6% la LS, en 4.1% otro comprobante de
vacunación y en 6.7% otro documento, mientras que 50.1% no presentó comprobante
alguno.
Una tercera parte de los AM (32.9%) reportó tener las tres vacunas,
21.4% sólo dos vacunas (donde influenza-tétanos es la combinación más
frecuente) y 23.4% de los AM reconoció no tener vacuna alguna. A este último
grupo de AM, se le cuestionó sobre las razones de ello, y los motivos aducidos coinciden
en las tres vacunas. El principal argumento fue "no sabía que tenía que
aplicársela" registrado en 33.4, 45.8 y 39.0% para influenza, neumococo y
tétanos, respectivamente. La segunda razón fue "porque no lo considera
importante y está sano" con porcentajes de 18.6, 17.2 y 23.0%.
Como lo muestra el cuadro III, entre las entidades
federativas sobresale Guerrero, pues en las tres vacunas presenta las
coberturas más altas (71.9% influenza, 59.2% neumococo y 89.6% tétanos). En
esta misma situación se encuentran Colima, Oaxaca y Veracruz, cuyas coberturas
de influenza, neumococo y tétanos son de las diez mayores del país. Por el
contrario, destaca Baja California Sur (37.4% influenza, 27.4% neumococo y
50.0% tétanos) y Durango (45.5% influenza, 34.0% neumococo y 50.7% tétanos) por
ser los estados con menores coberturas en los tres biológicos.
Para influenza, las entidades con una cobertura inferior a 50% fueron
Baja California Sur, Tamaulipas, Durango, Baja California, Estado de México y
Sinaloa. Por su parte, las entidades que presentaron una cobertura superior a
50% con vacuna contra el neumococo fueron: Yucatán, Coahuila, Veracruz,
Campeche, Guerrero, Quintana Roo y Colima. Por último, destaca que la única
vacuna que alcanza coberturas superiores a 80% en algunas entidades es la
antitetánica; los estados que presentan ese nivel de cobertura son Oaxaca,
Colima, Quintana Roo y Guerrero. Cabe mencionar que el valor de las
prevalencias no está asociado con el nivel de desarrollo o marginación de los
estados para ninguna de las tres vacunas: Guerrero tiene los niveles de CV más
altos y es el segundo estado con mayor índice de marginación en 2000, mientras
que Baja California Sur tiene los niveles más bajos de vacunación contra la
influenza y neumococo, y ocupaba el lugar 27 en nivel de marginación estatal en
2000.
En la ENCOVAM 2008 además, se profundizó en las manifestaciones clínicas
posteriores a la vacunación como inflamación, dolor o enrojecimiento en el lugar
donde se recibió la vacuna, así como presencia de fiebre o dolor muscular. Para
la vacuna contra la influenza, sólo 10% de los entrevistados tuvieron un
malestar local (principalmente dolor en el lugar de la punción 9.3%). El 89.8%
de los AM mencionaron no haber presentado ni fiebre ni dolor muscular, 7.6%
dolor muscular y 5.2% fiebre. Se encontró una situación similar para neumococo,
pues 91.8% de los entrevistados no presentó molestias a nivel local, mientras
que 92.4% no las presentó a nivel de estado general. La presencia de dolor se
mencionó en 7.2% de los casos, el dolor muscular en 5.9% y la fiebre en 4%.
Para la vacuna de tétanos, 90.2% comentó no haber tenido molestias a nivel
local, mientras que 93.5% tampoco molestias a nivel general. El dolor local y
dolor muscular fueron mencionados en 8.9 y 5.3% de los casos, respectivamente.
Discusión
La cobertura nacional más alta entre los adultos mayores es arrojada por
la vacuna antitetánica (61.8%), seguida por la antiinfluenza (56.5%) y
finalmente la antineumocócica (44.3%). La diferencia entre las coberturas
podría deberse al año en que se inició la inmunización, por lo que es el
toxoide contra tétanos y difteria el que acumula más trayectoria al integrarse
once años antes de la ENCOVAM 2008 y el que también presenta la cobertura más
alta. Ello contrasta con la vacuna contra neumococo la cual sumó al momento del
levantamiento dos años y arrojó la cobertura más baja.
Sistemáticamente, la cobertura en las mujeres resultó mayor que en los
hombres y el porcentaje de vacunación fue menor en la población de 75 o más
años. Las diferencias por género y edad podrían explicarse, por un lado, por
una mayor asistencia por parte de las mujeres a los servicios de salud,16 y
por el otro, porque la pérdida en la funcionalidad se incrementa con la edad y
es mayor en los hombres.17,18 El programa de vacunación en los
AM deberá mejorar la información sobre este grupo de la población para
incrementar su participación y en la medida de lo posible desarrollar esquemas
de vacunación domiciliaria.
Las diferencias estatales en las coberturas de vacunación de influenza,
neumococo y tétanos, identificadas al interior del país, ofrecen evidencia
valiosa para el diseño de las políticas y campañas de salud futuras. Los
esfuerzos tendrán que concentrarse en las entidades con las coberturas más
bajas (Baja California Sur, Chihuahua, Querétaro, Tabasco y Tamaulipas). Es
importante subrayar que las entidades federativas reciben de la federación las
vacunas para cubrir al menos 60% de la población en riesgo y que es probable
que las vacunas se apliquen en población que no está incluida en el esquema de
vacunación nacional o en adultos con enfermedades crónicas, para los cuales la
vacunación con influenza también está indicada.
Las variaciones regionales también son visibles en otras naciones. Por
ejemplo, en cuanto a influenza, en Italia se reporta que la cobertura varió
entre 26 y 48.6% en algunas poblaciones.19 Alemania alcanzó en
ciertos lugares 55%20 y en Inglaterra la cobertura fue de 68%.21 En
Estados Unidos la cobertura estatal varió entre 32.2 y 76.6%.22 El
estado de Sao Paulo (Brasil) reportó valores de alrededor de 67.0%.23 En España
los porcentajes oscilan entre 60 y 84%.24
La cobertura de influenza en personas mayores de 65 años calculada en
algunos otros países resulta comparable con las estimadas en este estudio. En
una encuesta elaborada en la Unión Europea en 2008 se encontró que la mayoría
de las naciones cruzaron la meta de 50% de cobertura establecida por la
Organización Mundial de la Salud para 2006. Holanda arrojó la cobertura más
alta (82.1%), mientras que Lituania la más baja (1.8%).25
En este estudio se observó que la población que carece de seguridad
social es la que presenta un nivel de protección menor, pues sólo recibió la
vacuna 41.6, 28.9 y 48.6% de los AM, contra la influenza, neumococo y tétanos,
respectivamente. En contraste, ser beneficiario de un programa social parece
ser un factor que incrementa la oportunidad de ser vacunado. Los programas
sociales representan una ventana de oportunidad para incrementar la difusión
sobre los beneficios de la vacunación, independientemente de la
derechohabiencia. Un ejemplo del éxito potencial de este tipo de estrategias
radica en la evolución de las coberturas contra neumococo y tétanos: de 2005 a
2008 registraron incrementos importantes, lo cual refleja que funcionó la
campaña lanzada en 2007 por la SSa para mejorar las coberturas en los AM.
Este análisis ofrece evidencia con base poblacional sobre la seguridad
de las tres vacunas analizadas; los eventos asociados son poco frecuentes y de
carácter local, leves y transitorios. La difusión de los hallazgos sobre la
seguridad de las vacunas debe ser ampliada. Cuando se generan dudas acerca de
los posibles riesgos de una vacuna –incluso en los casos en que carecen de
fundamento– los funcionarios de salud encuentran mayores retos para convencer a
un público cada vez más desconfiado sobre el alto grado de fiabilidad de las
vacunas.26
Las principales razones que llevaron a los AM a no vacunarse incluyen:
ignorancia con respecto a la indicación, rechazo individual y el estar sano.
Indudablemente la participación y aceptación de la población son componentes
decisivos para tener éxito en la introducción de la vacuna y en la generación
de demanda. En este sentido, resulta recomendable que se intensifiquen las
estrategias de difusión así como que los proveedores de salud focalicen la
promoción de los beneficios de las vacunas en los adultos mayores. La población
objetivo podría ser vacunada en servicios de atención ambulatoria, en los
hogares, en hospitales y otros servicios que presten asistencia a mayores de 60
años. Además, se aconseja que el personal de enfermería preste servicios a
domicilio y en puestos de vacunación ubicados en lugares estratégicos como
mercados, estaciones de transporte y tiendas de autoservicio.
Igualmente, es deseable aprovechar el contacto de los AM con los
servicios de salud u otros programas sociales entre octubre y marzo para el
caso de influenza y en cualquier momento del año para neumococo y tétanos. La
sensibilización de la población en general y en especial a los adultos mayores
sobre la importancia de las vacunas coadyuvará a erradicar la idea de que la
vacunación es una acción dirigida a los niños o para personas que presentan una
enfermedad.
Los resultados develan un área de mejora adicional: cerca de la mitad de
los adultos mayores que mencionaron estar vacunados contra influenza o tétanos
no mostraron comprobante alguno. Más aún, de las personas que recibieron
inmunización contra influenza o neumococo, sólo uno de cada cinco adultos
mayores presentó la Cartilla Nacional de Salud del Adulto Mayor. Este hallazgo
resalta la necesidad de reforzar, tanto en los prestadores de servicios como en
la población, la importancia de la entrega y el uso de este documento.
El estudio presenta algunas limitaciones. El sesgo de memoria sobre la
aplicación de la vacuna contra la influenza es una restricción potencial. Sin
embargo, algunos análisis han demostrado que el autorreporte de la vacunación
es creíble.27 Una segunda limitación radica en que los
hallazgos no pueden ser generalizados a las personas que se encuentran
institucionalizadas. Además, el estudio de los factores que determinan la
cobertura de vacunación es parcial, quedando por explorar factores como el
antecedente de tabaquismo, enfermedades crónicas, visitas médicas ambulatorias
y el antecedente de hospitalización por neumonía por mencionar algunos.
Por último, es necesario subrayar que obtener las cifras de cobertura
sugiere en sí un avance importante como insumo para las políticas públicas de
atención de los adultos mayores, sobre todo si se considera la escasa
información que existe sobre este grupo de la población. La información aquí
mostrada genera nuevos retos en el desarrollo de intervenciones rutinarias y
masivas para incrementar las coberturas de vacunación de la población mayor de
60 años.
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Autor de
correspondencia:
Dra. Belem Trejo Valdivia.
Instituto Nacional de Salud Pública.
Av. Universidad 655 Col. Santa María Ahuacatitlán.
62100 Cuernavaca, Morelos, México.
Correo electrónico: bvaldivia@insp.mx
Dra. Belem Trejo Valdivia.
Instituto Nacional de Salud Pública.
Av. Universidad 655 Col. Santa María Ahuacatitlán.
62100 Cuernavaca, Morelos, México.
Correo electrónico: bvaldivia@insp.mx
Fecha de recibido: 3 de diciembre de 2010
Fecha de aceptado: 25 de octubre de 2011
Fecha de aceptado: 25 de octubre de 2011
Declaración sobre conflicto de intereses: Mauricio Hernández
Avila es Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de la Secretaría
de Salud de México, área encargada de solicitar la Encuesta Nacional de
Cobertura de Vacunación (Influenza, Neumococo y Tétanos) en Adultos Mayores de
60 años y más en México (ENCOVAM 2008), estudio en el que se basó este trabajo.
Todo el
contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia
CreativeCommons
Instituto Nacional de Salud
Pública
Av. Universidad 655,
Edificio de Gobierno, Planta Baja
Col. Santa María Ahuacatitlán,
C.P. 62508, Cuernavaca, Morelos, México
Edificio de Gobierno, Planta Baja
Col. Santa María Ahuacatitlán,
C.P. 62508, Cuernavaca, Morelos, México
ANALISIS DEL ARTÍCULO:
1.
El artículo de vacunas
mostrado es un artículo enfocado a las estadísticas de las aplicaciones de las
vacunas a nivel nacional aquí en nuestro país. Desde luego en relación a el
esquema de vacunación del adulto mayor se mencionan las tres vacunas la TD, la
anti neumocosica y la anti influenza que
son de gran importancia para los adultos mayores ya que lo importante es tenerlos
protegidos contra estas bacterias que no siendo a si pudieran repercutir
afectando seriamente su salud y llevando así a otras complicaciones, donde no
solo se ven afectados ellos, ni los familiares si no que estos problemas de
salud también repercuten a toda la sociedad.
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