martes, 11 de junio de 2013

Revista Cubana de Enfermería
versión On-line ISSN 1561-2961
Rev Cubana Enfermer v.23 n.1 Ciudad de la Habana ene.-mar. 2007
 
Atención del personal de enfermería en la gerontología comunitaria en Cuba
Resumen
En el siglo XXI, existe una situación peculiar, las personas sobrepasan las barreras cronológicas que el hombre ha situado como etapa de vejez, lo que convierte al envejecimiento poblacional en, quizás, uno de los retos más importantes para las sociedades modernas. De manera que la importancia alcanzada por este sector poblacional demanda un compromiso moral cada vez mayor de los profesionales de la salud y en particular, de la enfermera como mediadora social de salud. El propósito del trabajo es explicar la aplicación del Programa del Adulto Mayor en la Atención Primaria de Salud, así como la atención del personal de enfermería en sus intervenciones de salud con este sector poblacional. Se realizó una revisión bibliográfica, en el período comprendido de octubre del 2006 a enero del 2007. Para la realización de este trabajo se revisaron bibliografías (nacionales e internacionales), con un intervalo de publicación de 10 años para los libros y de 5 años para las revistas. Llegamos a la conclusión que el Programa del Adulto Mayor de Cuba incluye los nuevos conceptos gerontológicos los cuales exigen gran participación de la familia, la comunidad, las organizaciones políticas y no gubernamentales en un trabajo colectivo donde el protagonista principal es el adulto mayor. La vejez puede ser una etapa activa y vital, no hay que pensar en ella como pasiva y dependiente. De todos nosotros depende que la imagen social de los adultos mayores no sea distorsionada.
Palabras clave: Adulto Mayor, Atención primaria de Salud, Envejecimiento poblacional.
El envejecimiento, o proceso normal de cambios relacionados con el paso del tiempo, se inicia con el nacimiento y continúa a lo largo de la vida dentro de la propia estructura social. La ancianidad es la fase final de la vida.
Al analizar etimológicamente el término GERONTOLOGÍA, este proviene del griego gerón = viejo y logos = estudio, por tanto es la ciencia que estudia el envejecimiento en todos sus aspectos. Parece que el término Gerontocracia, con el que se describía en la Grecia Antigua al Gobierno, controlado por los ancianos, pudiera haber sido el término precursor.1
Los espartanos capitalizaban la experiencia de los ancianos; los gerontes, eran un consejo de 28 hombres que pasaban de los 60 años y que controlaban el gobierno de la ciudad- estado. E. Freemanen su obra El envejecimiento su historia y literatura, describe 9 períodos en el conocimiento científico de la vejez durante los 5 000 años que nos antecedieron, mostrando cómo la preocupación por la muerte precede a la preocupación por el envejecimiento.2
El término geriatría es derivado del griego geron = viejo e iatrikos= tratamiento médico, el cual fue publicado en la obra de Ignatz Leo Nascher publicada en 1909 en la Academia de Ciencias de Nueva York, titulada Geriatría, las enfermedades de los ancianos y su tratamiento.2
El comité para la Historia de la Gerontología, creado en 1960 por la Asociación Internacional de Gerontología, conserva trabajos sobre el envejecimiento. Una de las primeras publicaciones que sobre esta materia se reconoce, fue editada en 1236 por Roger Bacon, con el título La cura de la vejez y la preservación de la juventud.2
El estudio académico de las personas ancianas y del envejecimiento comienza con los trabajos biométricos de AdolpheQuetelet(1796-1874), el cual es considerado el primer gerontólogo de la historia.2
A partir de las décadas del treinta y cuarenta, se desarrollan los estudios más sistemáticos que han continuado hasta nuestros días y quedó patente en la Asamblea Mundial sobre Envejecimiento de las Naciones Unidas celebrada en Viena en 1982.2
La geriatría es por tanto una rama de la gerontología y la medicina que se ocupa de los aspectos clínicos, terapéuticos, preventivos en la enfermedad de los ancianos, lo que la hace una ciencia aplicada, que se ocupa de la asistencia integral a estas personas.
Se calcula que en los próximos 40 años, ocho de los países más envejecidos del mundo pertenecen a los países en vías de desarrollo.2
El desarrollo de la especialidad y la preocupación sobre el tema ha sido muy importante en los últimos años en el tercer mundo y con un énfasis especial en la Gerontología y Geriatría de América Latina.2 La especialidad en nuestros países comienza a desarrollarse a finales de los años cincuenta el cual se ha intensificado, sin duda, del resultado del interés por el fenómeno de envejecimiento en nuestra región. Colofón de este desarrollo ha sido, sin duda la creación de la Federación de Sociedades de Gerontología y Geriatría de América Latina y del Comité Latinoamericano de la Asociación Internacional de Gerontología.2
Según datos de las Naciones Unidas, en 1950, existían en el mundo 200 000 000 de personas mayores de 60 años, pero ya en 1975 esta cifra alcanzó los 350 000 000. Las proyecciones demográficas indicaron que en el año 2000 hubo alrededor de 600 000 000 de ancianos, cifra que prácticamente se duplicará en el 2025.3
En 1978, tuvo lugar la Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS), impulsada por el objetivo de sus países miembros de lograr la salud para todos en el año 2000, definió en el llamado Principio de la Igualdad de los Derechos de Alma Atá, lo siguiente: La grave desigualdad existente en el estado de salud de la población, en especial entre los países en desarrollo y los desarrollados, así como dentro de cada país, es política, social y económicamente inaceptable y por tanto motivo de preocupación para todos los países.3
La estimación social del anciano ha ido cambiando a lo largo de la historia. No ha habido un único modo de comportamiento hacia el anciano. Las actitudes ante la ancianidad están socialmente condicionadas y sólo son inteligibles dentro de la propia estructura social.4
La definición de la ancianidad varía según el marco de referencia que se emplee. Los hijos consideran ancianos a sus progenitores de 32 años de edad, en tanto que para los padres de estos son aún jóvenes. El individuo activo y saludable de 65 años suele juzgar que la vejez se inicia a los 75 años.4
Se ha definido el envejecimiento poblacional como el aumento progresivo de la proporción de personas de edad avanzada, en una población determinada. Esto, considerado como uno de los logros más importantes de la humanidad, se transforma en un problema, si no es capaz de brindar soluciones adecuadas a las consecuencias que del mismo se derivan.
El envejecimiento individual ha estado presente en todas las etapas del desarrollo social, siendo de interés para la filosofía, el arte y la medicina de todas las épocas.4
El envejecimiento es un fenómeno universal deletéreo y endógeno, que comprende una reducción de la capacidad funcional, aumento de la morbilidad y la mortalidad.5
En el siglo XXI, existe una situación peculiar, las personas sobrepasan las barreras cronológicas que el hombre ha situado como etapa de vejez, lo que convierte al envejecimiento poblacional en, quizás, uno de los retos más importantes para las sociedades modernas. De manera que la importancia alcanzada por este sector poblacional demanda un compromiso moral cada vez mayor de los profesionales de la salud y en particular, de la enfermera.5
El envejecimiento de las poblaciones que durante años fuera problema exclusivo del mundo desarrollado, y que todavía para muchos, es un fenómeno ajeno al tercer mundo, en realidad hace ya más de un decenio se reconoce como uno de los problemas al que nuestros países deben enfrentar. De manera que la importancia alcanzada por este sector poblacional demanda un compromiso moral cada vez mayor de parte de los profesionales de la salud.
Los ancianos son parte integrante e indivisible de la sociedad moderna. Las personas de edad deben desarrollar su vida activamente, recibiendo y aportando de y a la sociedad, de manera que contribuyan al desarrollo armonioso de la misma.
Del trabajo de todos los que de una manera u otra nos relacionamos con el tema, depende desarrollar iniciativas capaces de permitir que nuestros ancianos tengan una vejez decorosa.
La enfermería es, sin dudas, el área profesional del equipo de salud, que más decidida y profundamente puede impactar en la atención de las personas de edad avanzada, en su papel activo como mediadora social de salud en su trabajo en la comunidad con este sector poblacional.
Es de gran importancia el trabajo que realiza la enfermera en el primer nivel de atención, pues en su labor de promoción y prevención, es el personal que puede influir directamente en aplicar medidas especiales para prevenir o enlentecer las enfermedades crónicas no transmisibles, para que el anciano se mantenga como una fuerza activa y productiva en nuestra sociedad.6
Esta comunicación, tiene el propósito, de explicar el trabajo que realiza nuestro país en la aplicación del programa del adulto mayor en la Atención Primaria de Salud y la atención que brinda el personal de enfermería a este grupo poblacional.
MéTODOs
Se realizó una revisión bibliográfica, en el período comprendido de octubre del 2006 a enero del 2007, relacionada con el trabajo de Atención Primaria de Salud en el adulto mayor y en particular la labor que realiza la enfermera en sus intervenciones de salud con este sector poblacional. Para la realización de este trabajo se revisaron bibliografías, con un intervalo de publicación de 10 años para los libros y de 5 años para las revistas. Se utilizaron los métodos de comparación y análisis de lo planteado por diferentes autores nacionales e internacionales con el propósito de unificar criterios relacionados con la actuación del profesional en los servicios de salud.
Análisis de algunos indicadores
  • Evaluación del envejecimiento en la población cubana.
Cuba es un ejemplo de país en desarrollo con un importante envejecimiento de su población, es uno de los tres países más envejecidos de Latinoamérica. En Cuba, la primera etapa del proceso de envejecimiento se ubica en los inicios de la década del 70, exactamente en 1972, pero no es hasta 1978 que la población de 60 años y más rebasa el 10 % respecto a la población total. En la actualidad la expectativa de vida al nacer sobrepasa los 75 años. A los 60 años es más de 20 y a los 80 años es más de 7,6 años.3
Los ancianos mayores de 75 años entran en la categoría de adultos mayores frágiles o vulnerables, y requieren una atención de salud mucho mayor.7
Especialmente es marcada la expectativa de vida geriátrica de los hombres cubanos, la cual excede los 19,5 años, por 21,1 para las mujeres.
Las estadísticas arrojan que, al concluir el año 1999, el 13,9 % de la población (algo más de 1,5 millones de personas) estaba comprendida en el grupo de 60 años y más, en el año 2000 el 14 % de la población era mayor de 60 años, para el año 2010 será de 16,7 % y según las proyecciones de población, se espera que en el 2025, el 24 % de la población esté incluida en este grupo, se estima que 1 de cada cuatro cubanos tendrá 60 años o más.3,5 El crecimiento de la población anciana no ha sido homogéneo, con un crecimiento relativo mayor en las zonas rurales y con una mayor proporción de ancianos en las provincias occidentales y centrales, que en las orientales.
La provincia más envejecida de la república de Cuba es Villa Clara ubicada en la región central de nuestro país.
La provincia de Villa Clara, la más envejecida del país, alcanzó en el año 2000 un índice del 16,3 %, y se proyecta para el 2010 el 19,92 % 5 .
  • Morbilidad
En comparación con los jóvenes, las personas mayores sufren proporcionalmente más enfermedades crónicas, y menos de las agudas y breves. Utilizan más de los servicios sociales de salud, pero la proporción resulta afectada, más que para cualquier otro grupo, por su discapacidad, asequibilidad y accesibilidad a esos servicios.
En la encuesta nacional sobre personas de 60 años o más, realizada en Cuba, se obtuvo que el 69,6 % de los encuestados padecía al menos de una enfermedad crónica y el 13,9 % alguna alteración de los sentidos. El estado de la audición, con audífonos y sin ellos, varió de 1 % como muy mala, al 6,9 % como buena. La mayoría de los ancianos clasificaron su audición como buena o regular. La visión con lentes o sin ellos fue regular o buena para el 80,9 %.
  • El adulto mayor en Cuba.
En Cuba, a partir del año 1959, se comenzó un trabajo muy serio, desde el punto de vista social, legislativo, de asistencia médica, que garantiza la salud y la asistencia social para los adultos mayores y el disfrute de una vejez con óptima calidad de vida.
A partir de 1963 en Cuba se comenzaron a desarrollar Programas de Salud para la atención a las personas, específicamente a la mujer y al niño, así como para diferentes enfermedades. Nuestro primer programa surge en 1974 y en 1985 con la introducción del médico y la enfermera de la familia en la comunidad, se producen cambios en la estructura organizativa de la atención primaria de salud y se elabora un nuevo programa que integra todos los aspectos.
Los nuevos conceptos gerontológicos exhiben gran participación de la familia y la comunidad y se dejan fuera los antiguos patrones de institucionalización para ser usada cuando sea necesario. Incluye la participación activa de la familia, la comunidad y las organizaciones políticas y no gubernamentales en un trabajo colectivo donde el protagonista principal es el adulto mayor.
Dentro de los cuatro programas priorizados del Ministerio de Salud Pública de Cuba (MINSAP) se encuentra el Programa Nacional de Atención al Adulto Mayor, lo cual hace evidente el interés del estado cubano en brindar una atención óptima a las personas de 60 años y más.7
Este programa además de ofrecer aglutinación a favor del adulto mayor es aplicable en todos los niveles de atención, que incluye no sólo salud, sino seguridad deportes, cultura, legislación y otros.7
Este programa, en implementación y perfeccionamiento, contiene en sí tres subprogramas que a continuación relacionamos:
  • SUB-PROGRAMA DE ATENCIÓN COMUNITARIA AL ADULTO MAYOR.
  • SUB-PROGRAMA DE ATENCIÓN INSTITUCIONAL AL ADULTO MAYOR.
  • SUB-PROGRAMA DE ATENCIÓN HOSPITALARIA AL ADULTO MAYOR.
El Subprograma de Atención Comunitaria al Adulto Mayor, como piedra angular del Programa Nacional de Atención al Adulto Mayor tiene como propósitos:
Contribuir a elevar el nivel de salud, el grado de satisfacción y la calidad de vida del adulto mayor, mediante acciones de prevención, promoción, asistencia y rehabilitación ejecutadas por el Sistema Nacional de Salud Pública en coordinación con otros organismos y organizaciones del estado involucrados en esta atención, teniendo como protagonistas a la familia, comunidad y el propio adulto mayor en la búsqueda de soluciones locales a sus problemas.7
Como objetivos generales plantea:
  1. Mejorar la salud de la población de 60 años y más, aumento de la vida activa, mediante el tratamiento preventivo, curativo y rehabilitado de este grupo.
  2. Crear una modalidad de atención gerontológica comunitaria que contribuya a resolver necesidades socio-económicas, psicológicas y biomédicas de los ancianos a este nivel.
Como objetivos específicos:
  1. Promover cambios de estilos de vida, hábitos y costumbres que favorezcan la salud.
  2. Prevenir o retardar la aparición de enfermedades y de las discapacidades a que estas pudieran conllevar en su evolución.
  3. Garantizar la atención integral, escalonada, oportuna y eficaz a este grupo de edad.
  4. Garantizar la rehabilitación de los adultos mayores a través de la rehabilitación de base comunitaria.
  5. Estimular la participación comunitaria en la identificación y búsqueda de soluciones a los problemas del adulto mayor.
  6. Desarrollar la formación y capacitación de los recursos humanos especializados y los propios de la comunidad, que garanticen la calidad de las vías no formales de atención y la integración activa de estas a la comunidad.
  7. Desarrollar investigaciones que identifiquen la morbilidad, mortalidad, letalidad, discapacidades, intervenciones comunitarias y otras unidades.
Este programa comenzó a desarrollarse en todo el país en el primer semestre de 1997, fue aplicado a todas las unidades sociales de atención primaria que brindan atención gerontogeriátrica. Se le efectúan reajustes anuales. El universo de trabajo es la población mayor de 60 años residentes en la comunidad. Para cumplimentar cada uno de los objetivos se llevan a cabo disímiles actividades.
El control y evaluación del programa se realiza según lo reglamentado por el MINSAP en cuanto a las variables, su organización a nivel del consultorio y del policlínico y el impacto en la salud del adulto mayor en los períodos establecidos.
Por supuesto que para lograr el efecto de dichas acciones, la atención al adulto mayor, toma un carácter progresivo.7
El subprograma comunitario de atención al adulto mayor cuenta con dos niveles de atención:
  • El primario propiamente dicho con el médico y enfermera /o de la familia.
  • El nivel primario especializado. Equipo Multidisciplinario de Atención Gerontológica (EMAG).8
Consultorio del médico y la enfermera de la familia
Por la permanencia de este equipo en la comunidad, es capaz de abordar aspectos de salud de las personas de la tercera edad, lograr su vigilancia continua ambulatoria e incluso, el ingreso domiciliario. Permite además, mantener el anciano el mayor tiempo posible en su comunidad, para garantizar su bienestar y seguridad.
Realizará el diagnóstico de salud del estado del adulto mayor, dirigidos a la morbilidad, validismo (nivel funcional) y mortalidad que comprende a la población total de mayores de 60 años.
Dispensarización por grados:
Grado I. Anciano que se considera presuntamente sano o sea que no se le descarten enfermedades u otros problemas.
Grado II. Anciano que presente factores de riesgo.
Grado III. Anciano portador de alguna o algunas patologías
Grado IV. Ancianos con secuelas
  • Ancianos impedidos: Físico, Mental, Sensorial.
  • Ancianos frágiles. Deben tenerse controlados por cada casa y se debe conocer:
- Número de ancianos que viven solos.
- Número de ancianos sin amparo filial
- Número de ancianos mayores de 80 años
- Número de ancianos viudos recientes (6 meses)
- Discapacitados
- Los portadores de varias patologías
  • Ingreso domiciliario. Se le realizará al anciano que presente una enfermedad crónica descompensada (hipertensión, crisis de asma, etc.) y enfermedades agudas (neumonía, bronconeumonía, etc.), o sea, aquel anciano que se considere pueda dar seguimiento en el hogar. Se hacen las indicaciones en la historia clínica donde la enfermera acentúa el horario en que realizará las intervenciones de enfermería, acorde al Proceso de Atención de Enfermería previamente confeccionado. De acuerdo a la evolución del anciano el equipo médico y enfermera realizan intercambios con el EMAG e interconsultas con los especialistas necesarios.
  • Valoración nutricional. Es valorado por peso y talla aplicando percentil.
- Desnutrido si su percentil está por debajo de tres
- Delgado entre 3 y 10 percenti
- Sobrepeso; entre 90 y 97.
- Obeso: Más de 97 percentil.
  • Familia (disfunción familiar). Las familias disfuncionales se controlan, se les realizan visitas y se trazan acciones para resolverlo, se le da seguimiento en el hogar para conocer si los problemas desaparecen, se mantienen o aumentan.
La enfermera aplica el Proceso de Atención de Enfermería a la Familia , trazando expectativas a corto, mediano y largo plazo, quedando registradas en la Historia clínica.
  • Morbilidad
Se llevará control de los ancianos portadores de enfermedades crónicas no transmisibles y transmisibles, entre ellas:
- Infecciones Respiratorias Agudas (IRA).
- Enfermedades Diarreicas Agudas (EDA).
- Accidentes.
- Suicidio o intento suicidio.
- Hipertensión Arterial.
- Cardiopatías isquémicas.
- Demencias seniles.
- Accidentes vasculares (AVE).
- Enfermedades pulmonares obstructivas crónicas (EPOC).
  • Rehabilitación. Se realizará en el policlínico, pero el caso que lo requiera se coordinará para que se realice en el hogar. El equipo médico y enfermera de la familia se le da seguimiento y control a los ancianos que reciben rehabilitación.
  • Rehabilitación social. El equipo trabajará para incorporar al adulto mayor en actividades recreativas socio-culturales, círculos de abuelos, en el propio hogar y la propia agrupación de ancianos de su comunidad.
  • Participación de organismos y organizaciones de masas en la atención al adulto mayor. El equipo de la familia plantea a las organizaciones de masa y organizaciones del Poder Popular, la ayuda que pueda necesitar el anciano, como es higiene del hogar, lavado de ropa, adquisición de alimentos como planes cantina, sobre todo aquellos que viven solos y se encuentran limitados para resolverlos.
  • Círculos de abuelos. Agrupaciones de ancianos en la comunidad con el objetivo de desarrollar diferentes actividades como son de promoción de salud, deportivas, culturales, recreativas entre otras. Su objetivo fundamental es mantenerlos activos física y socialmente, garantizando la salud mental; incluye además la realización de ejercicios bajo orientación de un profesional de cultura física, se seleccionan los adultos mayores más activos para que en ausencia del profesor lidereen la actividad, participen en encuentros deportivos y culturales y otras actividades de recreación. El equipo de salud participa activamente con ellos, ofertando las actividades de promoción de salud como charlas educativas.
  • Otros controles:
- Vacunación.
- Control de enfermedades (crónicas no transmisibles, sintomático respiratorio de más de 14 días, entre otras)
- Salud bucal.
  • Realizar el Examen Periódico de Salud (EPS) con una frecuencia anual a todas las personas mayores de 60 años.
El EPS incluye en sí mismo una historia clínica completa de la persona adulta mayor más la Escala Geriátrica de Evaluación Funcional (EGEF). Con el EPS el binomio médico y enfermera(o) de la familia puede lograr identificar el adulto mayor frágil que remitirá a la consulta de evaluación y selección del equipo multidisciplinario de atención gerontológica (EMAG). Con relación a los adultos mayores no frágiles lo seguirán atendiendo a nivel del consultorio médico.
Anciano frágil: Personas que por condiciones biológicas, psicológicas, sociales o funcionales están en riesgo de desarrollar un estado de necesidad.
Los criterios de remisión para el equipo multidisciplinario de atención gerontológica de un anciano frágil son:
  • Doble incontinencia.
  • Alteraciones de la movilidad y el equilibrio menor que 4 según EGEF.
  • Polifarmacia (uso de menos de tres medicamentos).
  • Alteraciones de todos los ítems de la EGEF en 4 o menos.
  • Antecedentes patológicos de personales (APP) de síndrome demencial con:
- Alteraciones del estado emocional.
- Alteraciones del sueño.
- Alteraciones de la movilidad.
- Alteraciones del uso de medicamentos.
- Deficiente apoyo familiar.
- Deficiente apoyo social.
- Mala situación económica.
  • Cualquier combinación de los problemas sociales (situación familiar, social y económica) menor que 4 según EGEF.
  • Anciano solo con alguna alteración de la EGEF.
  • Anciano mayor de 80 años con alguna alteración de la EGEF.
  • Alteración de la memoria menor que 4 según EGEF.
  • Alteraciones del estado funcional global menor que 4 según EGEF.
Una vez realizada la evaluación periódica de salud y detectados los pacientes que tengan criterios de fragilidad o aquellos que por la complejidad y magnitud de sus problemas biomédicos, necesitan una evaluación más especializada para mantenerse en el medio familiar o comunitario y deban recibir un manejo más complejo, el médico y enfermera de la familia cuentan con un segundo escalón de apoyo en la atención comunitaria. El equipo multidisciplinario de atención gerontológica (EMAG).7
Equipo multidisciplinario de atención gerontológica (EMAG)
Grupo multidisciplinario dedicado a la atención comunitaria integral al adulto mayor, acción que realiza brindando apoyo al equipo de medicina familiar y fomentando otras modalidades formales y no formales de atención comunitaria dirigidas a elevar la calidad de vida de este grupo poblacional.
Garantiza la atención integral al anciano con riesgo, brinda asistencia médica especializada a través de un sistema de evaluación geriátrica, coordina las respuestas que solucionen las necesidades de los ancianos por él atendidos, dirigido a mantener su permanencia en la comunidad. Apoya al médico de la familia en el Sistema de Atención Primaria de Salud y a la comunidad en el desarrollo de un envejecimiento y vejez saludable.
Propósito:
  • Mejorar la calidad de la atención al adulto mayor
  • Apoyar al equipo de medicina familiar en el cumplimiento del programa comunitario de atención al adulto mayor.
Acciones y metodologías para su implementación:
  • Se establecen las funciones del EMAG a partir del manual de organización que constituye una guía y que debe ser enriquecido y adaptado a las características de cada territorio.
  • Se facilitan los recursos materiales para estas estructuras en los policlínicos.
  • Se selecciona el personal para conformar el EMAG, la dirección del área de salud decidirá en cada caso si los miembros permanecerán a tiempo completo o parcial en esta actividad.
  • Se capacitan y entrenan a los miembros del EMAG según el programa establecido al efecto.
Control
  • Se realizará periódicamente, trimestral, semestral y anualmente.
Atribuciones y funciones:
  • Organiza y liderea el funcionamiento del Programa Comunitario de Atención al Adulto Mayor.
  • Realiza acciones de promoción, prevención que favorezcan una mejoría en la calidad de vida de los adultos mayores.
  • Participa en las acciones de diagnóstico y tratamiento que propician en el ámbito local la solución de los problemas sociales y de salud de los adultos mayores.
  • Contribuye a que la rehabilitación de base comunitaria considere las peculiaridades de los adultos mayores con el mantenimiento de su validismo funcional y de su autonomía.
  • Participa en la educación comunitaria y la formación y capacitación de los recursos humanos necesarios para mejorar la atención.
  • Desarrolla y participa en investigaciones que propongan soluciones a las necesidades y problemas de los adultos mayores de la comunidad.7
Miembros del EMAG
  • Médico
  • Enfermera
  • Psicólogo
  • Trabajadora social
Médico
Naturaleza de su trabajo:
Trabajo de ejecución profesional que consiste en actuar como coordinador de un equipo de salud y realización de procedimientos médicos a través de acciones de promoción, prevención, diagnóstico y tratamiento así como la rehabilitación dirigidas a los adultos mayores.
Tareas:
  • Planificar, organizar, ejecutar y evaluar el cumplimiento de las funciones del equipo.
  • Organiza, dirige y participa en la caracterización sociodemográfica del área de salud.
  • Participa en evaluación y/o interconsulta de pacientes adultos mayores.
  • Visita semanalmente al servicio diurno de rehabilitación.
  • Brinda asesoría y docencia al médico y enfermera de la familia.
Enfermera
Naturaleza de su trabajo:
Trabajo de ejecución profesional que consiste en ejercer actividades de planeamientos, coordinación, orientación y ejecución de procedimientos selectivos y continuos de enfermería con el fin de promover, preservar y rehabilitar la salud individual y colectiva a los adultos mayores.
Tareas:
  • Observa y ejecuta con sistematicidad el trabajo planeado por el equipo.
  • Participa en la caracterización sociodemográfica del área de salud.
  • Apoya al médico y enfermera de la familia para estimular y/o desarrollar la participación del adulto mayor en el círculo de abuelos del consultorio.
  • Recepciona al paciente en la consulta de evaluación y participa con el resto del equipo de salud en la evaluación multidisciplinaria del anciano participando activamente en el diagnóstico del anciano frágil o discapacitado.
  • Planifica la secuencia de consulta o visita de evaluación comunicando a las personas interesadas.
  • Realiza actividades educativas destinadas a fomentar estilos de vida más sanos.
  • Realiza anualmente la evaluación funcional anual con el fin de revisar los factores que motivaron su ingreso en la casa de abuelos.
  • Responde frente al equipo por el buen funcionamiento y cumplimiento de las actividades del servicio diurno de rehabilitación.7
Psicólogo
Naturaleza de su trabajo:
Trabajo de ejecución profesional consistente en realizar actividades que posibiliten la intervención psicológica y comunitaria para favorecer al adulto mayor.
Tareas:
  • Observar y ejecutar la sistematicidad del trabajo planificado por el equipo
  • Realizar en equipo la caracterización sociodemográfica del área de salud.
  • Apoyar individualmente a los médicos de familia en la elaboración práctica del examen periódico de salud.
  • Identificar las necesidades de aprendizaje que se realiza en equipo para desarrollar un aula de la Tercera Edad en forma de talleres, conferencias, dinámicas grupales dirigidas al anciano y su familia.8
Trabajador social
Naturaleza de su trabajo:
Funciona dentro del equipo como experto en materia de servicios y derechos del anciano, por lo que es el profesional que más puede aportar a la hora de realizar la toma de decisiones.
Tareas:
Es el responsable de coordinar los servicios sociales, de apoyo junto con el trabajador social del policlínico y del órgano del trabajo:
- Plan cantina.
- Comedores sociales
- Servicios domiciliarios
El EMAG después de la consulta de evaluación y selección derivará al adulto mayor al servicio que requiera dicha persona. Según la cascada en el Esquema No. 1 se pueden apreciar opciones de solución comunitaria como son:
- La posibilidad de dar orientaciones al médico y enfermera/(o) de la Familia para continuar su atención en el consultorio médico o incluso lograr su incorporación al Círculo de Abuelos.
- El seguimiento por los especialistas del Grupo Básico de Trabajo del policlínico (ginecólogo, pediatra, internista y psicólogo) u otros especialistas.
- La atención en las consultas de seguimiento que ofrece el EMAG.
La incorporación a los Grupos de Orientación y Recreación
Son agrupaciones de Círculos de Abuelos y otros adultos mayores de la comunidad no vinculados a los mismos que permiten el desarrollo de posibilidades existentes (habilidades y capacidades) y la participación activa de los adultos mayores, en la solución de sus problemas y necesidades, tanto sociales como médicas, manteniéndose en el seno de la comunidad en que viven, el propósito es mejorar la calidad de vida, el rol social y aliviar en unión de las estructuras locales existentes en la Comunidad , la sobrecarga que presentan los Sistemas de Asistencia y Seguridad Social del país.7
- El ingreso en el Centro de Rehabilitación Diurno.
- La incorporación a las Casas de Abuelos.
Concepto de Casa de Abuelos: La casa de abuelos es una institución social que brinda atención integral diurna a los ancianos carentes de amparo filial en absoluto o de familiares que puedan atenderlos durante el día, teniendo como características desde el punto de vista funcional que se les dificulta la realización de las actividades de la vida diaria instrumentadas y que mantengan las capacidades funcionales básicas para realizar las actividades de la vida diaria.
En cuanto a otras opciones se encuentra:
- El ingreso hospitalario cuando el paciente lo requiera.
- La institucionalización en los Hogares de Ancianos.
Como se puede apreciar de esta forma se establece la relación entre los diferentes subprogramas (comunitario, hospitalario e institucional), sin dejar de percatarnos que el adulto mayor no frágil y el adulto mayor frágil podrán contar con el servicio hospitalario cuando le sea necesario a partir de su visita al m édico y enfermera/(o) de la familia.
De hecho cabe plantear que en la medida que se logre adecuada atención gerontogeriátrica desde el nivel primario, sobre la base del conocimiento del proceso de envejecimiento y las políticas de salud vigentes, obtendremos buenos beneficios con respecto a la atención al adulto mayor, los cuales redundarán en beneficio de nuestra sociedad.
Nuestro sueño es mantener a los adultos mayores con la mejor funcionalidad posible en el seno de su familia.7
Formación de recursos humanos de enfermería en la especialidad de gerontología en la comunidad
Enfermería de la atención comunitaria de salud (se incluye el programa de atención al adulto mayor).
Nuestro país cuenta con un potencial de enfermeras(os) en la comunidad lo que ha permitido llevar a cabo un modelo de atención basado en desarrollar en el individuo y las familias la responsabilidad de velar por su salud, por lo que en relación con la atención al anciano en la comunidad la enfermera de la familia se ha visto en la necesidad de superarse para su mejor competencia y desempeño.
El Instituto Superior de Ciencias Médicas de Cuba y el Ministerio de Salud Pública han llevado a cabo en esta etapa varios programas docentes con el propósito de desarrollar la formación y capacitación de los recursos humanos especializados que garanticen la competencia y desempeño de nuestros profesionales, y con ello, la calidad de vida del adulto mayor en la comunidad donde vive y trabaja:
  • La especialidad de Gerontología
  • Post-grados.
  • Diplomados.
  • El Centro Iberoamericano de la Tercera Edad ofertó dos cursos con la Maestría de Gerontología médica y social.
Actualmente se trabaja intensamente en la municipalización de la docencia universitaria llevando a la Atención Primaria de Salud diferentes programas de superación incluidos los de Gerontología y Geriatría para médicos y enfermeras.7
Es importante desarrollar investigaciones que identifiquen la morbilidad, mortalidad, letalidad, discapacidades, intervenciones comunitarias y otras:
  • Desarrollar investigaciones que estén vinculadas a las líneas de investigación de las estrategias del MINSAP que respondan a las necesidades de los ancianos.
  • Vincular los temas de terminación de residencia a las líneas de investigación señaladas.
  • Participar en la asimilación e introducción de los logros de la Ciencia y la Técnica.
  • Desarrollar investigaciones de costo-beneficio y costo eficacia del programa.
  • Desarrollar investigaciones que evalúen el impacto social del programa.7
Consideraciones finales
Los nuevos conceptos gerontológicos exigen gran participación de la familia y la comunidad y las organizaciones políticas y no gubernamentales en un trabajo colectivo donde el protagonista principal es el adulto mayor. Este programa, además de ofrecer aglutinación en favor del adulto mayor es aplicable en todos los niveles de atención, que incluyen no sólo salud, sino la seguridad social, deportes, cultura, legislación y otros. Se destaca en todos los subprogramas la labor activa de la enfermera como mediadora social de salud en sus intervenciones de promoción y prevención de salud.
La vejez puede ser una etapa activa y vital, no hay que pensar en ella como pasiva y dependiente. De todos nosotros depende que la imagen social de los adultos mayores no sea distorsionada.



                                                                       ANALISIS:
                          

 En el siglo XXI, existe una situación peculiar, las personas sobrepasan las barreras cronológicas que el hombre ha situado como etapa de vejez, lo que convierte al envejecimiento poblacional en, quizás, uno de los retos más importantes para las sociedades modernas
El propósito del trabajo es explicar la aplicación del Programa del Adulto Mayor en la Atención Primaria de Salud, así como la atención del personal de enfermería en sus intervenciones de salud con este sector poblacional .La vejez puede ser una etapa activa y vital, no hay que pensar en ella como pasiva y dependiente. De todos nosotros depende que la imagen social de los adultos mayores no sea distorsionada. El envejecimiento, o proceso normal de cambios relacionados con el paso del tiempo, se inicia con el nacimiento y continúa a lo largo de la vida dentro de la propia estructura social. La ancianidad es la fase final de la vida.
Al analizar etimológicamente el término GERONTOLOGÍA, este proviene del griego gerón = viejo y logos = estudio, por tanto es la ciencia que estudia el envejecimiento en todos sus aspectos. Parece que el término Gerontocracia, con el que se describía en la Grecia Antigua al Gobierno, controlado por los ancianos, pudiera haber sido el término precursor. El término geriatría es derivado del griego geron = viejo e iatrikos= tratamiento médico, el cual fue publicado en la obra de Ignatz Leo Nascher publicada en 1909 en la Academia de Ciencias de Nueva York, titulada Geriatría, las enfermedades de los ancianos y su tratamiento.2 La geriatría es por tanto una rama de la gerontología y la medicina que se ocupa de los aspectos clínicos, terapéuticos, preventivos en la enfermedad de los ancianos, lo que la hace una ciencia aplicada, que se ocupa de la asistencia integral a estas personas. Según datos de las Naciones Unidas, en 1950, existían en el mundo 200 000 000 de personas mayores de 60 años, pero ya en 1975 esta cifra alcanzó los 350 000 000. Las proyecciones demográficas indicaron que en el año 2000 hubo alrededor de 600 000 000 de ancianos, cifra que prácticamente se duplicará en el 2025.3
.

Se ha definido el envejecimiento poblacional como el aumento progresivo de la proporción de personas de edad avanzada, en una población determinada.
 El envejecimiento es un fenómeno universal deletéreo y endógeno, que comprende una reducción de la capacidad funcional, aumento de la morbilidad y la mortalidad.5

La enfermería es, sin dudas, el área profesional del equipo de salud, que más decidida y profundamente puede impactar en la atención de las personas de edad avanzada, en su papel activo como mediadora social de salud en su trabajo en la comunidad con este sector poblacional.
Es de gran importancia el trabajo que realiza la enfermera en el primer nivel de atención, pues en su labor de promoción y prevención, es el personal que puede influir directamente en aplicar medidas especiales para prevenir o enlentecer las enfermedades crónicas no transmisibles, para que el anciano se mantenga como una fuerza activa y productiva en nuestra sociedad.6
Esta comunicación, tiene el propósito, de explicar el trabajo que realiza nuestro país en la aplicación del programa del adulto mayor en la Atención Primaria de Salud y la atención que brinda el personal de enfermería a este grupo poblacional.



Enfermera
Naturaleza de su trabajo:
Trabajo de ejecución profesional que consiste en ejercer actividades de planeamientos, coordinación, orientación y ejecución de procedimientos selectivos y continuos de enfermería con el fin de promover, preservar y rehabilitar la salud individual y colectiva a los adultos mayores.
Tareas:
  • Observa y ejecuta con sistematicidad el trabajo planeado por el equipo.
  • Participa en la caracterización sociodemográfica del área de salud.
  • Apoya al médico y enfermera de la familia para estimular y/o desarrollar la participación del adulto mayor en el círculo de abuelos del consultorio. Recepciona al paciente en la consulta de evaluación y participa con el resto del equipo de salud en la evaluación multidisciplinaria del anciano participando activamente en el diagnóstico del anciano frágil o discapacitado.
  • Planifica la secuencia de consulta o visita de evaluación comunicando a las personas interesadas.
  • Realiza actividades educativas destinadas a fomentar estilos de vida más sanos.
  • Realiza anualmente la evaluación funcional anual con el fin de revisar los factores que motivaron su ingreso en la casa de abuelos.
  • Responde frente al equipo por el buen funcionamiento y cumplimiento de las actividades del servicio diurno de rehabilitación.7








versión impresa ISSN 0036-3634
Salud pública Méx vol.54 no.1 Cuernavaca ene./feb. 2012

ARTÍCULO ORIGINAL

Encuesta Nacional de Cobertura de Vacunación (influenza, neumococo y tétanos) en adultos mayores de 60 años en México

National Survey of Vaccination Coverage (Influenza, pneumococcus and tetanus) in Mexican population of 60 years of age and older


Belem Trejo-Valdivia, PhD,I; Laura R Mendoza-Alvarado, M en C,I; Oswaldo Palma-Coca, Act,II; Mauricio Hernández-Ávila, Ph D,III; Martha María Téllez-Rojo Solís, D en CI
IInstituto Nacional de Salud Pública. Cuernavaca, México
IIInstituto Nacional de Geografía y Estadística. México DF, México
IIISubsecretaria de Prevención y Promoción de la Salud, Secretaría de Salud. México



RESUMEN
 OBJETIVO: Determinar la cobertura de vacunación (CV) para influenza, neumococo y tétanos, en adultos mayores (AM) de 60 años y más, heterogeneidad por entidad federativa sociodemográficas
MATERIAL Y MÉTODOS:
 Análisis transversal basado en una encuesta nacional en 18 015 hogares. Se captó información general y sobre vacunación (autorreporte) en un AM por cada uno de los hogares seleccionado aleatoriamente. 
RESULTADOS:
 La prevalencia nacional de vacunación fue 56.5% (±0.97) para influenza, 44.3% (±0.98) para neumococo y 61.8% (±0.96) para tétanos. Las CV analizadas fueron significativamente menores para AM sin seguro médico y mayores en las mujeres. Casi 20% de AM reconoció no tener vacuna alguna, argumentando principalmente el hecho de desconocer la necesidad de vacunarse.
CONCLUSIONES:
 Se muestra un avance importante en las coberturas de vacunación en AM en México; se identifican diferenciales que sugieren la necesidad de impulsar campañas de información y acciones que mejoren la accesibilidad a la vacuna por este grupo poblacional.
Palabras clave: vacuna; adulto mayor; neumonía; influenza; tétanos; México

ABSTRACT
OBJECTIVE: Determine Vaccination Coverage (VC) among adults 60 years of age and older (EP), for influenza, pneumococcal and tetanus vaccines, association with socio-demographic characteristics and heterogeneity at state level.
MATERIAL AND METHODS: Cross-sectional analysis based on information from 18 015 households visited in a national survey. General and vaccine information (self-report) for a randomly selected elder in each household is available.
RESULTS: The national VC level was found to be 56.5% (±0.97) for influenza, 44.3% (±0.98) for pneumococcus and 61.8% (±0.96) for tetanus. The VC was significantly lower for EP without health social services and higher for women. Almost 20.0% of EP recognized not having vaccines at all, due mainly that they didn't know it was a duty.
CONCLUSIONS: Important improvements are shown in vaccination coverage among elderly in Mexico. Differentials suggest the need to intensify information campaigns and actions that could improve the accessibility to vaccines for this population.
Key words: vaccines; elderly; pneumonia; influenza; tetanus; Mexico



La transición demográfica en México incrementó la demanda de servicios de salud por parte de la población de adultos mayores (AM). Este grupo presenta condiciones de salud particulares que han derivado en la creciente necesidad de generar políticas públicas para impulsar las acciones preventivas y de promoción de la salud dirigidas a esta población específica. No obstante, la información requerida para diseñar e implementar las políticas para los AM es limitada,1,2 por lo que queda en evidencia la necesidad de generar y difundir datos que caractericen a este grupo y que contribuyan a mejorar los servicios de salud dirigidos a este sector de la población.
Las autoridades de salud han buscado reforzar las estrategias de inmunización contra patógenos que por la fragilidad fisiológica de este grupo los hace particularmente vulnerables a contraerlos y a presentar cuadros de mayor severidad. Entre estos patógenos destacan la influenza, el neumococo, y el tétanos. Desde el siglo XX la vacunación se ubica entre las medidas sanitarias de mayor impacto y rentabilidad para la salud pública. Por ejemplo, se ha observado que la vacuna contra influenza ha reportado ahorros potenciales aproximados de entre 23 y 27% del costo de la vacunación.3
En un principio, la vacunación se enfocó en la disminución de la carga de enfermedad y la mortalidad por enfermedades infecciosas en la infancia; posteriormente sus beneficios se extendieron a otros grupos como los adolescentes, las mujeres, los adultos y más recientemente a los AM.4
La influenza es una enfermedad respiratoria aguda causada por el virus de la influenza; las características particulares de este virus y su enorme capacidad de variación antigénica explican su constante circulación en todo el mundo, su impacto en términos de morbimortalidad y la necesidad de revacunar cada año para proteger a la población de la infección asociada con las nuevas cepas circulantes.5
Las personas mayores de 65 años se consideran entre los principales grupos de riesgo para sufrir las complicaciones graves de la influenza,6,7 por lo que en México se inició con la inmunización en 2004 para este grupo de la población.8 La vacuna ha mostrado una eficacia de 58% para prevenir la enfermedad en AM de 60 años, sin embargo, en lo que respecta a mortalidad en AM de 70 años, la evidencia no es concluyente aún.9 En la temporada invernal 2006-2007 se aplicaron 4 578 463 dosis de la vacuna.1 El sector salud reportó que las infecciones respiratorias agudas durante 2005 estuvieron entre las diez principales causas de morbilidad que afectaron a la población de 60 y más años.10 Fueron la séptima causa de mortalidad y las enfermedades del sistema respiratorio fueron la cuarta causa de egresos hospitalarios en los AM de 65 y más años por su frecuencia.11
Por su parte, la infección neumocócica es un problema de salud pública cuya importancia es subestimada por la dificultad de identificación bacteriológica de los neumococos en la práctica corriente. Para 2007 en México la incidencia de neumonía y bronconeumonía en población de 60 a 64 fue de 206.73, y en personas de 65 y más años de 469.61 por 100000 habitantes, y es más frecuente en hombres que en mujeres. Pese a que se establece que la vacuna de polisacáridos contra el neumococo se introdujo en México en 1993,8 fue en 2006 cuando la Secretaría de Salud (SSa) la introdujo de manera universal para las personas de 65 años de edad en adelante.12,13 La vacuna consiste en una dosis única, para la que se ha estimado en estudios observacionales una efectividad de 56.0% en AM que son inmunocompetentes.14
En México la incidencia de tétanos presenta una tendencia decreciente en general, sin embargo, por grupos de edad se observa que la mayor incidencia de tétanos se presenta después de los 60 años.11 Las estadísticas a partir de 2000 señalan que los AM de 60 años o más registraron la mayor incidencia de tétanos en el año 2002 (en el grupo de 60 a 64 fue de 0.24 y en personas de 65 o más años de 1.45 por 100000 habitantes, respectivamente) y la menor incidencia en el año 2007 (en la población de 60 a 64, así como en los de 65 años o más fue de 0.22 por 100000 habitantes respectivamente). Este padecimiento es enfrentado a través de la vacuna toxoide Td tetánico-diftérico que fue introducida en 1997.8,15
El objetivo del presente trabajo fue determinar la cobertura de vacunación (CV) en AM de 60 años y más en México, su distribución por entidad federativa y su variabilidad de acuerdo con ciertas características sociodemográficas.

Material y métodos
Durante abril y septiembre de 2008, el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), en coordinación con el Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades (CENAVECE) de la SSa, llevó a cabo la Encuesta Nacional de Cobertura de Vacunación (influenza, neumococo y tétanos) en Adultos Mayores de 60 años y más de edad en México (ENCOVAM 2008).
El diseño muestral del estudio fue probabilístico, polietápico, estratificado y por conglomerados, e incluyó a los 32 estados de la República mexicana, con capacidad de extrapolar la información al ámbito nacional y estatal. El tamaño de muestra a nivel nacional se calculó considerando un error relativo máximo de 20%, una confianza de 95%, un efecto de diseño de 1.7%, una proporción a estimar de por lo menos 21% y una tasa máxima de no-respuesta de 15%.
De las 18 925 viviendas visitadas, se obtuvo información completa en 18015 de ellas (porcentaje de no respuesta de 4.8%). La primera sección del cuestionario captó información general (edad, sexo y derechohabiencia) y la segunda recabó información por autorreporte de un AM de 60 o más años (seleccionado aleatoriamente) sobre la aplicación de las tres vacunas incluidas en la Cartilla Nacional de Salud del Adulto Mayor (influenza, neumococo y tétanos). La aplicación de la vacuna contra la influenza se exploró en el periodo invernal comprendido entre octubre 2007 y febrero 2008, la de neumococo se investigó durante el lapso de vida del AM y la vacuna contra tétanos a aquella recibida a partir de los 60 años de edad. En los casos en que el autorreporte de vacunación fue afirmativo, se solicitó el comprobante correspondiente para tomar la fecha de aplicación de la(s) vacuna(s). Complementariamente se obtuvo información sobre los síntomas presentados a raíz de la vacunación, y en quienes refirieron no haber sido vacunados se interrogó sobre las causas.
Los entrevistadores fueron capacitados en el llenado de los cuestionarios y el desarrollo adecuado de las entrevistas. Los aspectos éticos de la encuesta se cubrieron mediante una carta de consentimiento informando a los participantes sobre el objetivo del estudio y se garantizó la confidencialidad de la información. La realización de este estudio contó con la aprobación de la Comisión de Ética del INSP.
El análisis estadístico se hizo en STATA versión 10.0. Se realizó un análisis exploratorio para detectar inconsistencias y valores fuera de rango, así como para presentar las características generales de la muestra. Posteriormente, se estimó la cobertura de vacunación (con intervalos de confianza al 95.0%) para las tres vacunas, por entidad federativa y por las principales características demográficas de la población y otras variables de interés.

Resultados
En el cuadro I se muestran las principales características sociodemográficas. De los 18015 AM de 60 o más años que respondieron de manera completa el cuestionario (que representan una población de 8656673), 47% fueron hombres. Su edad fluctuó entre los 60 y 104 años y el promedio fue de 70.2 años. Un poco más de la mitad de la población en estudio la componen los AM de entre 60 y 69 años. La principal derechohabiencia que reportan los AM son el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) con 41.6% y el Seguro Popular de Salud con 18.6%; sin embargo, existe un poco más de la cuarta parte (27.5%) que no cuenta con cobertura de servicios de salud. La mayoría de los participantes no era beneficiario de programa social alguno (53.0%).
La CV por autorreporte difiere entre las tres vacunas y también de acuerdo con algunas características sociodemográficas de los AM como lo muestra el cuadro II. La CV es significativamente mayor en las mujeres que en los hombres (58.9 vs 53.9% para influenza, 46.3 vs 42.1% para neumococo y 63.1 vs 60.2% para tétanos). Se observa un patrón que sugiere un incremento en las coberturas de acuerdo con el grupo de edad, que disminuye en el grupo de 75 y más años.
Las CV varían de acuerdo con la derechohabiencia. Los porcentajes estimados de vacunación para los AM afiliados al IMSS fueron significativamente superiores que los afiliados al ISSSTE para las tres vacunas, y significativamente mayores que los correspondientes a los afiliados al Seguro Popular sólo para neumococo y tétanos. En los tres casos, las coberturas fueron significativamente más bajas para el grupo de AM sin cobertura de servicios de salud. Adicionalmente, se encuentra que las coberturas de vacunación son estadísticamente mayores entre los AM inscritos en un programa social que entre los que no lo están.
El 88.3% de los individuos vacunados contra la influenza dijeron conocer la fecha de su vacunación, la cual se concentró entre octubre de 2007 y marzo de 2008. Los meses con mayor registro de vacunación fueron noviembre (35.3%), diciembre (14.4%) y octubre (13.9%) de 2007. La cobertura reportada de vacunación por neumococo en 2007 (50.9%) duplicó a la de 2006 (25.4%), y para marzo de 2008 se había ya acumulado una proporción cercana a 2006 (23.7%) que seguiría aumentando a medida que transcurrió el año 2008. En el caso de la vacuna contra el tétanos, 17.6% de los entrevistados dijo haberse vacunado en 2005, mientras que en 2006 fue reportado 23.2%; en 2007 41.4%, y durante los primeros meses de 2008, 17.8%.
Del total de individuos que reportaron haber recibido la vacuna contra influenza, 47.7% no presentó comprobante alguno al solicitárselo, 21.3% presentó la Cartilla Nacional (CN), 22.8% la Libreta de Salud del IMSS (LS), 4.2% otro comprobante de vacunación y 3.9% mostraron otro tipo de documento. De los individuos vacunados contra neumococo, 21.5% presentaron la CN, 28.8% la LS, 4.3% otro comprobante de vacunación, 3.0% otro documento y 42.4% sólo dieron el reporte verbal. Finalmente, para la vacuna contra tétanos, 16.5% de individuos mostraron la CN, en 22.6% la LS, en 4.1% otro comprobante de vacunación y en 6.7% otro documento, mientras que 50.1% no presentó comprobante alguno.
Una tercera parte de los AM (32.9%) reportó tener las tres vacunas, 21.4% sólo dos vacunas (donde influenza-tétanos es la combinación más frecuente) y 23.4% de los AM reconoció no tener vacuna alguna. A este último grupo de AM, se le cuestionó sobre las razones de ello, y los motivos aducidos coinciden en las tres vacunas. El principal argumento fue "no sabía que tenía que aplicársela" registrado en 33.4, 45.8 y 39.0% para influenza, neumococo y tétanos, respectivamente. La segunda razón fue "porque no lo considera importante y está sano" con porcentajes de 18.6, 17.2 y 23.0%.
Como lo muestra el cuadro III, entre las entidades federativas sobresale Guerrero, pues en las tres vacunas presenta las coberturas más altas (71.9% influenza, 59.2% neumococo y 89.6% tétanos). En esta misma situación se encuentran Colima, Oaxaca y Veracruz, cuyas coberturas de influenza, neumococo y tétanos son de las diez mayores del país. Por el contrario, destaca Baja California Sur (37.4% influenza, 27.4% neumococo y 50.0% tétanos) y Durango (45.5% influenza, 34.0% neumococo y 50.7% tétanos) por ser los estados con menores coberturas en los tres biológicos.




http://www.scielo.org.mx/img/revistas/spm/v54n1/a06qd03.jpg

Para influenza, las entidades con una cobertura inferior a 50% fueron Baja California Sur, Tamaulipas, Durango, Baja California, Estado de México y Sinaloa. Por su parte, las entidades que presentaron una cobertura superior a 50% con vacuna contra el neumococo fueron: Yucatán, Coahuila, Veracruz, Campeche, Guerrero, Quintana Roo y Colima. Por último, destaca que la única vacuna que alcanza coberturas superiores a 80% en algunas entidades es la antitetánica; los estados que presentan ese nivel de cobertura son Oaxaca, Colima, Quintana Roo y Guerrero. Cabe mencionar que el valor de las prevalencias no está asociado con el nivel de desarrollo o marginación de los estados para ninguna de las tres vacunas: Guerrero tiene los niveles de CV más altos y es el segundo estado con mayor índice de marginación en 2000, mientras que Baja California Sur tiene los niveles más bajos de vacunación contra la influenza y neumococo, y ocupaba el lugar 27 en nivel de marginación estatal en 2000.
En la ENCOVAM 2008 además, se profundizó en las manifestaciones clínicas posteriores a la vacunación como inflamación, dolor o enrojecimiento en el lugar donde se recibió la vacuna, así como presencia de fiebre o dolor muscular. Para la vacuna contra la influenza, sólo 10% de los entrevistados tuvieron un malestar local (principalmente dolor en el lugar de la punción 9.3%). El 89.8% de los AM mencionaron no haber presentado ni fiebre ni dolor muscular, 7.6% dolor muscular y 5.2% fiebre. Se encontró una situación similar para neumococo, pues 91.8% de los entrevistados no presentó molestias a nivel local, mientras que 92.4% no las presentó a nivel de estado general. La presencia de dolor se mencionó en 7.2% de los casos, el dolor muscular en 5.9% y la fiebre en 4%. Para la vacuna de tétanos, 90.2% comentó no haber tenido molestias a nivel local, mientras que 93.5% tampoco molestias a nivel general. El dolor local y dolor muscular fueron mencionados en 8.9 y 5.3% de los casos, respectivamente.

Discusión
La cobertura nacional más alta entre los adultos mayores es arrojada por la vacuna antitetánica (61.8%), seguida por la antiinfluenza (56.5%) y finalmente la antineumocócica (44.3%). La diferencia entre las coberturas podría deberse al año en que se inició la inmunización, por lo que es el toxoide contra tétanos y difteria el que acumula más trayectoria al integrarse once años antes de la ENCOVAM 2008 y el que también presenta la cobertura más alta. Ello contrasta con la vacuna contra neumococo la cual sumó al momento del levantamiento dos años y arrojó la cobertura más baja.
Sistemáticamente, la cobertura en las mujeres resultó mayor que en los hombres y el porcentaje de vacunación fue menor en la población de 75 o más años. Las diferencias por género y edad podrían explicarse, por un lado, por una mayor asistencia por parte de las mujeres a los servicios de salud,16 y por el otro, porque la pérdida en la funcionalidad se incrementa con la edad y es mayor en los hombres.17,18 El programa de vacunación en los AM deberá mejorar la información sobre este grupo de la población para incrementar su participación y en la medida de lo posible desarrollar esquemas de vacunación domiciliaria.
Las diferencias estatales en las coberturas de vacunación de influenza, neumococo y tétanos, identificadas al interior del país, ofrecen evidencia valiosa para el diseño de las políticas y campañas de salud futuras. Los esfuerzos tendrán que concentrarse en las entidades con las coberturas más bajas (Baja California Sur, Chihuahua, Querétaro, Tabasco y Tamaulipas). Es importante subrayar que las entidades federativas reciben de la federación las vacunas para cubrir al menos 60% de la población en riesgo y que es probable que las vacunas se apliquen en población que no está incluida en el esquema de vacunación nacional o en adultos con enfermedades crónicas, para los cuales la vacunación con influenza también está indicada.
Las variaciones regionales también son visibles en otras naciones. Por ejemplo, en cuanto a influenza, en Italia se reporta que la cobertura varió entre 26 y 48.6% en algunas poblaciones.19 Alemania alcanzó en ciertos lugares 55%20 y en Inglaterra la cobertura fue de 68%.21 En Estados Unidos la cobertura estatal varió entre 32.2 y 76.6%.22 El estado de Sao Paulo (Brasil) reportó valores de alrededor de 67.0%.23 En España los porcentajes oscilan entre 60 y 84%.24
La cobertura de influenza en personas mayores de 65 años calculada en algunos otros países resulta comparable con las estimadas en este estudio. En una encuesta elaborada en la Unión Europea en 2008 se encontró que la mayoría de las naciones cruzaron la meta de 50% de cobertura establecida por la Organización Mundial de la Salud para 2006. Holanda arrojó la cobertura más alta (82.1%), mientras que Lituania la más baja (1.8%).25
En este estudio se observó que la población que carece de seguridad social es la que presenta un nivel de protección menor, pues sólo recibió la vacuna 41.6, 28.9 y 48.6% de los AM, contra la influenza, neumococo y tétanos, respectivamente. En contraste, ser beneficiario de un programa social parece ser un factor que incrementa la oportunidad de ser vacunado. Los programas sociales representan una ventana de oportunidad para incrementar la difusión sobre los beneficios de la vacunación, independientemente de la derechohabiencia. Un ejemplo del éxito potencial de este tipo de estrategias radica en la evolución de las coberturas contra neumococo y tétanos: de 2005 a 2008 registraron incrementos importantes, lo cual refleja que funcionó la campaña lanzada en 2007 por la SSa para mejorar las coberturas en los AM.
Este análisis ofrece evidencia con base poblacional sobre la seguridad de las tres vacunas analizadas; los eventos asociados son poco frecuentes y de carácter local, leves y transitorios. La difusión de los hallazgos sobre la seguridad de las vacunas debe ser ampliada. Cuando se generan dudas acerca de los posibles riesgos de una vacuna –incluso en los casos en que carecen de fundamento– los funcionarios de salud encuentran mayores retos para convencer a un público cada vez más desconfiado sobre el alto grado de fiabilidad de las vacunas.26
Las principales razones que llevaron a los AM a no vacunarse incluyen: ignorancia con respecto a la indicación, rechazo individual y el estar sano. Indudablemente la participación y aceptación de la población son componentes decisivos para tener éxito en la introducción de la vacuna y en la generación de demanda. En este sentido, resulta recomendable que se intensifiquen las estrategias de difusión así como que los proveedores de salud focalicen la promoción de los beneficios de las vacunas en los adultos mayores. La población objetivo podría ser vacunada en servicios de atención ambulatoria, en los hogares, en hospitales y otros servicios que presten asistencia a mayores de 60 años. Además, se aconseja que el personal de enfermería preste servicios a domicilio y en puestos de vacunación ubicados en lugares estratégicos como mercados, estaciones de transporte y tiendas de autoservicio.
Igualmente, es deseable aprovechar el contacto de los AM con los servicios de salud u otros programas sociales entre octubre y marzo para el caso de influenza y en cualquier momento del año para neumococo y tétanos. La sensibilización de la población en general y en especial a los adultos mayores sobre la importancia de las vacunas coadyuvará a erradicar la idea de que la vacunación es una acción dirigida a los niños o para personas que presentan una enfermedad.
Los resultados develan un área de mejora adicional: cerca de la mitad de los adultos mayores que mencionaron estar vacunados contra influenza o tétanos no mostraron comprobante alguno. Más aún, de las personas que recibieron inmunización contra influenza o neumococo, sólo uno de cada cinco adultos mayores presentó la Cartilla Nacional de Salud del Adulto Mayor. Este hallazgo resalta la necesidad de reforzar, tanto en los prestadores de servicios como en la población, la importancia de la entrega y el uso de este documento.
El estudio presenta algunas limitaciones. El sesgo de memoria sobre la aplicación de la vacuna contra la influenza es una restricción potencial. Sin embargo, algunos análisis han demostrado que el autorreporte de la vacunación es creíble.27 Una segunda limitación radica en que los hallazgos no pueden ser generalizados a las personas que se encuentran institucionalizadas. Además, el estudio de los factores que determinan la cobertura de vacunación es parcial, quedando por explorar factores como el antecedente de tabaquismo, enfermedades crónicas, visitas médicas ambulatorias y el antecedente de hospitalización por neumonía por mencionar algunos.
Por último, es necesario subrayar que obtener las cifras de cobertura sugiere en sí un avance importante como insumo para las políticas públicas de atención de los adultos mayores, sobre todo si se considera la escasa información que existe sobre este grupo de la población. La información aquí mostrada genera nuevos retos en el desarrollo de intervenciones rutinarias y masivas para incrementar las coberturas de vacunación de la población mayor de 60 años.

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http://www.scielo.org.mx/img/revistas/spm/v54n1/seta.jpg Autor de correspondencia: 
Dra. Belem Trejo Valdivia.
Instituto Nacional de Salud Pública.
Av. Universidad 655 Col. Santa María Ahuacatitlán.
62100 Cuernavaca, Morelos, México.
Correo electrónico: 
bvaldivia@insp.mx
Fecha de recibido: 3 de diciembre de 2010
Fecha de aceptado: 25 de octubre de 2011


Declaración sobre conflicto de intereses: Mauricio Hernández Avila es Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de la Secretaría de Salud de México, área encargada de solicitar la Encuesta Nacional de Cobertura de Vacunación (Influenza, Neumococo y Tétanos) en Adultos Mayores de 60 años y más en México (ENCOVAM 2008), estudio en el que se basó este trabajo.

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    ANALISIS DEL ARTÍCULO:

1.   El artículo de vacunas mostrado es un artículo enfocado a las estadísticas de las aplicaciones de las vacunas a nivel nacional aquí en nuestro país. Desde luego en relación a el esquema de vacunación del adulto mayor se mencionan las tres vacunas la TD, la anti neumocosica  y la anti influenza que son de gran importancia para los adultos mayores ya que lo importante es tenerlos protegidos contra estas bacterias que no siendo a si pudieran repercutir afectando seriamente su salud y llevando así a otras complicaciones, donde no solo se ven afectados ellos, ni los familiares si no que estos problemas de salud también repercuten a toda la sociedad.  

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